bigoit.gif (2894 bytes)Organización
Internacional del Trabajo


kansi7.jpg (533245 bytes)La Salud y la Seguridad en el Trabajo

EL SIDA Y EL LUGAR DE TRABAJO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Finalidad del módulo

Este módulo facilita a los alumnos información básica de lo que se sabe en la actualidad acerca del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), explicando por qué es una cuestión de la que deben ocuparse los sindicatos. El módulo contiene además información sobre cómo se transmite y no se transmite el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el virus que provoca la enfermedad; distintos métodos de prevención y cuestiones de carácter normativo general. Se analiza la cuestión de la discriminación en el lugar de trabajo, además de la función del delegado de salud y seguridad respecto de los problemas que guardan relación con el VIH/SIDA en el lugar de trabajo.

Objetivos

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Al final de este módulo, los alumnos podrán:

1) describir las tres maneras en que sabe en la actualidad que el VIH se transmite;

2) proponer varios métodos para evitar la exposición al VIH;

3) exponer varios motivos por los que el SIDA es una cuestión de la que deben ocuparse los sindicatos.

Qué contiene este módulo

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I. Introducción

A. La gravedad del problema en el mundo

II. Por qué deben preocuparse los sindicatos del SIDA
III. ¿Qué es el SIDA?
IV. La exposición en el lugar de trabajo

A. Empleos que ofrecen mayor riesgo de exposición
B. La prevención de la exposición en el lugar de trabajo

V. Cómo informar sobre el SIDA en el lugar de trabajo
VI. El SIDA y las normas aplicadas en el lugar de trabajo
VII. La función del delegado de salud y seguridad
VIII. Resumen

Ejercicio. El VIH en el lugar de trabajo: Caso práctico y juego de roles

Glosario

Apéndice I. Principios y elementos normativos: Declaración de la Consulta sobre el SIDA y el lugar de trabajo, organizada en Ginebra los días 27 a 29 de junio de 1988 por la Organización Mundial de la Salud en asociación con la Oficina Internacional del Trabajo Programa Mundial sobre el SIDA
Apéndice II. Directrices de la Organización Mundial de la Salud sobre El SIDA y los primeros auxilios en el lugar de trabajo
Apéndice III. La estrategia mundial contra el SIDA de la Organización Mundial de la Salud (Serie OMS sobre el SIDA, Nº 11)

Nota: Si algunos de los términos que se utilizan aquí le resultan desconocidos o demasiado técnicos, busque su definición en el Glosario al final de este módulo.

I. Introducción

Da lo mismo donde trabaje o viva usted; tiene que tener conocimientos acerca del SIDA

Muchos trabajadores de todo el mundo saben algo acerca del SIDA. Ahora bien, quizás tenga usted deseos de aclarar muchos puntos. Como el trabajo desempeña un papel tan importante en las vidas de la mayoría de las personas, es perfectamente natural que muchas de las preguntas que la gente se hace giren en torno al lugar del trabajo. En este módulo se reproduce información procedente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), los principales organismos del mundo en materia de salud y trabajo, respectivamente. Estos son los hechos, tal como se conocen hoy en día, que los trabajadores, los sindicatos, los empleadores y sus familias y amigos deben conocer acerca del SIDA para contribuir a evitar esta enfermedad.

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A. La gravedad del problema en el mundo

El SIDA fue detectado por vez primera a principios de los años ochenta y hoy día se ha convertido en un problema mundial. Al 30 de junio de 1995, se habían comunicado más de un millón de casos acumulados de SIDA a la Organización Mundial de la Salud (Programa Mundial sobre el SIDA) desde el inicio del SIDA. Todos los grupos, razas y comunidades pueden resultar afectados por el SIDA porque el virus que lo provoca puede pasar por encima de cualquier frontera, ya sea geográfica, política o social.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calculado que, a mediados de 1995, alrededor de 18,5 millones de adultos y más 1,5 millones de niños habían sido infectados con el virus VIH desde que se detectó (finales de los años setenta y principios de los años ochenta). Para el año 2000, la OMS proyecta en la actualidad un total acumulado de 30 a 40 millones de infecciones por el VIH, en hombres, mujeres y niños, de los que más del 90 por ciento residirán en países en desarrollo.

Distribución estimada de infecciones de adultos por el VIH desde finales de los años setenta/principios de los años ochenta a mediados de 1995

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Source: WHO Global Total: 18.5 Million

En los países en desarrollo, el SIDA ya afecta y seguirá afectando al segmento de la población formado por quienes se encuentran en sus años más activos económica y socialmente, de los que dependen familiares, es decir, el sector activo de la población. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, muchos de esos países se enfrentan a la pérdida de generaciones enteras de personas dentro de sus comunidades y a la devastación de su mano de obra productiva. Además, esta enfermedad está poniendo gravemente en peligro las metas a largo plazo de las sociedades, en particular la lucha contra la pobreza y la discriminación, el fomento de la democracia y la protección de los trabajadores.

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Puntos que hay que recordar

  1. El SIDA es un problema mundial. Puede afectar a todos los grupos, razas y comunidades.

  2. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que, a mediados de 1995, 18,5 millones de adultos y 1,5 millones de niños habían resultado infectados por el virus VIH.

  3. En los diez años próximos, se espera que aumente enormemente el número de personas infectadas por el virus y que padezcan SIDA.

  4. En los países en desarrollo, el SIDA ya afecta y seguirá afectando a personas que se encuentran en sus años más activos económica y socialmente, lo cual tendrá repercusiones gravísimas en esas sociedades.

II. Por qué deben ocuparse los sindicatos del SIDA

En todo el mundo, el movimiento sindical ha estado durante mucho tiempo en primera línea de los combates históricos encaminados a poner fin a los prejuicios y la discriminación en el lugar de trabajo; establecer unas condiciones laborales seguras y saludables y prestar atención básica de salud y seguridad social a todos los trabajadores. La pandemia del SIDA es una amenaza para todos esos objetivos.

El VIH/SIDA es una enfermedad que no discrimina. Aparece en todos los grupos de edad y razas, lo mismo en los hombres que en las mujeres. Aunque la enfermedad no se puede contagiar por contactos casuales, puede suscitar prejuicios y temores tanto en el trabajo como fuera de él, y los trabajadores con VIH/SIDA pueden hallarse frente a actitudes y prácticas discriminatorias de sus empleadores y colegas. Por consiguiente, los trabajadores con VIH/SIDA necesitan apoyo psicológico además del apoyo práctico de su sindicato.

En la inmensa mayoría de las ocupaciones y lugares de trabajo, la actividad laboral no entraña riesgo de infección por el VIH. Ahora bien, el VIH/SIDA es una cuestión de salud y seguridad para los trabajadores que corren el riesgo de estar expuestos a él en el trabajo (véase la sección IV).

Si algún miembro de un sindicato tiene VIH/SIDA, es importante que el sindicato se esfuerce por proteger su acceso a las prestaciones médicas y el derecho a seguir trabajando mientras tenga capacidad física para hacerlo. El sindicato puede influir muchísimo en la crisis del SIDA. La respuesta de la sección local de su sindicato ante el SIDA en el lugar de trabajo puede ayudar a aumentar la comprensión o el temor, la seguridad o el riesgo.

Para abordar con éxito los problemas que el SIDA plantea en el lugar de trabajo es necesario aplicar los mismos principios y técnicas sindicales que para resolver cualquier otro problema en el lugar de trabajo. La lucha para proteger los derechos de los miembros del sindicato cuando están enfermos no es distinta de cualquier otra lucha sindical; requiere que uno se instruya y que instruya a los demás, defender decididamente los derechos de los miembros y, además, compasión.

Los sindicatos deben intervenir cuando se planteen problemas de discriminación o en torno a prestaciones. No se debe dejar que sólo decida la dirección. La empresa que viola un contrato y restringe las normas para penalizar a un trabajador infectado por el VIH o por el SIDA puede sentirse con plena libertad para violar los derechos de otros trabajadores cuando se planteen otros problemas. Ante casos de discriminación, los organismos ajenos a la empresa pueden a menudo ser útiles, pero no sustituir a una participación real y activa del sindicato.

Algunas secciones locales de sindicatos han conseguido resolver satisfactoriamente los problemas que el SIDA plantea. A partir de esas luchas, a veces han construido un sindicato más fuerte y más activo.

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Puntos que hay que recordar acerca de por qué el sindicato debe ocuparse del SIDA

  1. La pandemia del SIDA constituye una amenaza para los objetivos fundamentales del movimiento sindical.

  2. Los obreros con VIH/SIDA pueden verse frente a actitudes y prácticas discriminatorias de sus empleadores y colegas de trabajo, y por lo tanto, necesitar el apoyo del sindicato.

  3. Aunque en la mayoría de las ocupaciones no hay riesgo de infección por el VIH, la enfermedad es una cuestión de salud y seguridad para los trabajadores que corren riesgo de verse expuestos a ella en el trabajo.

  4. Respecto de todo sindicado que tenga VIH/SIDA, el sindicato debe tratar de proteger su acceso a prestaciones médicas y su derecho a seguir trabajando mientras pueda hacerlo físicamente.

  5. Para abordar con éxito los problemas que el SIDA plantea en el lugar de trabajo, es menester aplicar los mismos principios y prácticas sindicales que para resolver cualquier otro problema en el lugar de trabajo.

  6. Algunos sindicatos han resuelto muy satisfactoriamente los problemas que en lugar de trabajo plantea el SIDA.

III. ¿Qué es el SIDA?

Fuente: AIDS Facts & Hopes, comp. del profesor Luc Montagnier. Edición actualizada del Instituto Pasteur, International English Edition, París, 1991.

 


El primer virus responsable del SIDA que fue aislado (el VIH1) es una partícula sumamente pequeña (1 diezmilésima parte de 1 milímetro).


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El SIDA es una enfermedad provocada por la destrucción del sistema inmunológico por un virus denominado VIH.

Este virus es transmitido principalmente por las secreciones sexuales y la sangre. Por este motivo, los dos modos predominantes de transmisión en la actualidad son: las relaciones sexuales con penetración (homosexuales o heterosexuales) y las jeringas contaminadas que comparten personas que se inyectan drogas.

¿Qué significa SIDA?

S

Síndrome:

el grupo de manifestaciones (síntomas) que caracterizan una enfermedad

I

Inmuno:

colapso generalizado del sistema inmunológico

D

Deficiencia:

 

A

Adquirida:

que no es hereditaria, sino que se debe a un virus (adquirido) que el paciente ha encontrado durante su vida

En español SIDA:

Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida

Aunque algunos de los términos médicos relativos al SIDA le resulten poco familiares, es importante que conozca usted los hechos. El SIDA está causado por un virus llamado virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el cual penetra en el organismo a través de la sangre y normalmente ataca a un tipo concreto de glóbulos blancos. Cuando el VIH ataca a estos glóbulos, el organismo pierde su capacidad de combatir enfermedades que sólo rara vez contrae una persona sana. El SIDA es la última fase de la infección por el VIH. Entre las enfermedades que padecen a menudo las personas con SIDA están algunos tipos de neumonía, otras infecciones y cáncer.

Puede transcurrir un largo período entre el momento en que una persona resulta infectada y el momento en que empieza a estar enferma. Ahora bien, la mayoría de las personas infectadas acabarán por enfermar. (Naturalmente, los afiliados al sindicato infectados por el VIH pueden necesitar ayuda del sindicato aun antes de caer enfermos.)

Las personas infectadas por el virus VIH, incluidas las que aún no presentan ningún síntoma de SIDA, pueden transmitir la infección a las personas con quienes mantengan relaciones sexuales, con quienes compartan agujas contaminadas (p. ej., al inyectarse drogas) o, en el caso de las mujeres embarazadas, a sus hijos todavía no nacidos.

Cuatro hechos importantes que todo el mundo debería conocer:

Cómo se atrapa el VIH

Para que se difunda (transmita) el VIH, es necesario que la sangre infectada, el semen o las secreciones vaginales de una persona infectada penetren en el torrente sanguíneo de otra persona. El virus es peligroso una vez que está en el torrente sanguíneo. Ahora bien, fuera del organismo, el virus es muy frágil y "muere" fácilmente si se expone al calor, la luz y productos habituales de limpieza, como lejía casera. En cambio, no acaba con él el frío.

Que se sepa, el VIH se transmite de tres maneras principales

1. Las relaciones sexuales

El VIH puede difundirse por relaciones sexuales, tanto heterosexuales (de hombre con mujer) como homosexuales (de hombre con hombre). La manera más habitual de transmisión tiene lugar cuando el semen o los fluidos vaginales de una persona infectada por el VIH entran en contacto con la membrana mucosa (esto es, la delgada capa que recubre el recto, la vagina, la uretra y la boca) de la persona con la que se tienen relaciones sexuales sin protección (es decir, sin un preservativo o condón de látex), ya sean anales, vaginales u orales.

2. El contacto sangre-sangre

El virus puede ser difundido:

En la mayoría de los países industrializados, la sangre empleada en los bancos de sangre y hospitales y para preparar productos sanguíneos se controla en la actualidad para averiguar si contiene VIH, por lo que presenta escaso peligro. En algunos países en desarrollo en los que la sangre no se controla habitual o fidedignamente, la transfusión sigue siendo un importante factor de transmisión. El VIH no se transmite donando sangre, a condición de que se utilicen instrumentos esterilizados.

3. De una madre infectada a su hijo todavía no nacido

Una madre infectada por el virus puede infectar a su hijo durante el embarazo o el parto y a veces dándole de mamar.

Prevención

El virus del SIDA se transmite principalmente por actividad sexual y a través de la sangre

1. La prevención de la transmisión sexual

El virus se halla presente en concentraciones elevadas en el semen, las secreciones vaginales y la sangre.

Las relaciones homosexuales o heterosexuales, con penetración anal o vaginal, comportan un riesgo elevado de transmisión del virus VIH. Las relaciones anales son las que presentan un riesgo más elevado. La existencia de otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), que ocasionan lesiones genitales, puede propiciar la transmisión del VIH.

El contacto oral con el fluido previo a la eyaculación, el semen o secreciones vaginales presenta un riesgo teórico de transmisión si hay una o varias lesiones en la boca.


La inmensa mayoría de las personas infectadas lo son en el curso de relaciones sexuales. Cuanto más traumáticas sean éstas, mayor es el riesgo de lesión y por lo tanto de transmisión. Si se disminuye el número de personas con las que se tienen relaciones sexuales, disminuye el riesgo de exposición, pero mantener relaciones habituales con una sola persona infectada constituye un riesgo elevado.


Coppiaa

Hay que saber con quién tiene uno relaciones sexuales

"Te gusto, me gustas, vamos a hacer el amor." Ahora hay que pensárselo dos veces.

Sostener una relación sexual con otra persona entraña determinadas consecuencias que hay que tener en cuenta.

Así pues, es importante conocer a la otra persona, tener confianza en ella y hablar de las posibilidades de infección anterior o del comportamiento sexual actual que pudieren ser fuentes de infecciones.

Hay muchas formas distintas de prevención

Con una persona que se sabe que está infectada o con cualquier persona de la que se desconoce el riesgo de exposición al virus, se debe evitar la penetración vaginal o anal o compartir cualquier objeto sexual y es importante proporcionarse mutuamente placer mediante determinadas formas de actividad sexual segura, por ejemplo, acariciándose o masturbándose mutuamente.

Si decide usted tener relaciones sexuales con penetración anal o vaginal, es importante que utilice siempre un preservativo bien lubricado.


Mantener relaciones sexuales con otra persona entraña determinadas consecuencias que se deben tener en cuenta.


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Utilizar preservativos

Un preservativo es una lámina de caucho que envuelve como un calcetín el pene en erección. La elaboración de los preservativos ha avanzado mucho y en la actualidad son mucho más finos y resistentes que antes.

Pag37-1 Preservativo en su estuche
  1. Controle la fecha de caducidad en el estuche.

  2. Adquiera preservativos de látex lubricados.

  3. Abra el estuche cuidadosamente, evitando dañar el preservativo con objetos punzantes como las sortijas. Algunos preservativos están lubricados con una solución antiséptica y espermicida. No se ha demostrado que con eso mejore la protección contra el SIDA.

  4. Coloque el preservativo en el pene antes de cualquier contacto sexual.

  5. Busque en qué dirección hay que desenroscar el preservativo. El anillo está situado en el exterior.

  6. Los preservativos que no tienen depósito deben ser desenroscados 1 ó 2 centímetros antes de colocarlos a fin de crear una especie de depósito.

  7. Apriete el extremo del depósito para expulsar el aire que pueda haber en él.

  8. Desenrosque el preservativo hasta la base del pene.

  9. Se recomienda utilizar un lubricante a base de agua. Evite utilizar un lubricante a base de grasa, como vaselina, que puede dañar el látex.

  10. Añadir una espuma espermicida aumenta la eficacia.

  11. Los preservativos sólo se deben utilizar una vez. Arrójelo cuidadosamente en el cubo de la basura, pues los preservativos son biodegradables.

Pag37-2 Con depósito
  • Colocarse el preservativo desenroscándolo sobre el pene en erección.
  • Colocárselo antes de iniciar la relación
Pag37-3 Es importante retirar el preservativo, sujetándolo por la base, antes de una pérdida total de erección para evitar que haya fugas de semen.
Pag37-4 Colocarse un preservativo justo antes de la relación sexual puede ser muy poco excitante, sobre todo si no se sabe cómo hacerlo. Un poco de práctica antes y un poco de sentido del humor durante la operación ayudará a disipar esas dificultades en vez de la erección.

Se ha demostrado que los preservativos disminuyen la incidencia de todas las enfermedades de transmisión sexual

2. La transmisión por compartir agujas y jeringas contaminadas

La transmisión del virus del SIDA por inyecciones de drogas (jeringas, agujas, cucharas e instrumentos necesarios para preparar la droga) es un motivo más para evitar o dejar de consumir drogas intravenosas. Ahora bien, si sigue usted utilizando esas drogas u otros productos inyectables:

Braccia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  1. Enjuague y sumerja la jeringa o la aguja durante 10 a 15 minutos en alcohol o una solución de lejía diluida y enjuáguela de nuevo con agua.

  2. Téngala en agua hirviendo de 10 a 15 minutos.

  3. Introduzca una solución de lejía en la jeringa o la aguja. Hágalo varias veces y enjuáguela varias veces con agua limpia.

No acepte acupuntura, mesoterapia o tatuajes si las agujas no están esterilizadas. El instrumental de belleza punzante debe ser desinfectado con calor o un antiséptico antes de utilizarlo con otra persona. Los peluqueros y las manicuras deben respetar estas normas elementales de higiene.

No consuma drogas, no comparta jeringas

Se puede evitar el virus del SIDA. La transmisión sexual y las jeringas compartidas son las dos fuentes principales de transmisión y para ambas se pueden adoptar medidas de prevención.

3. Prevención de la transmisión por transfusión sanguínea e inyección de productos sanguíneos

Hoy día, toda la sangre es sometida a análisis y es bajísimo el riesgo de transmisión de VIH, aunque no puede considerarse que sea inexistente. Debe recordarse que la transfusión de sangre es un procedimiento vital que sólo se lleva a cabo cuando es absolutamente necesario. Sería absurdo negarse a una transfusión por el riesgo mínimo de transmisión del VIH.

Flebo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bimbo

Como hoy en día el virus del SIDA puede ser eliminado tratando con calor los productos sanguíneos, el riesgo de transmisión a los hemofílicos y otros pacientes debería desaparecer.

4. La transmisión de la madre infectada al feto

Toda mujer que crea que puede haber resultado infectada debe consultar al doctor antes de quedar embarazada o tan pronto como pueda después de estar embarazada. El riesgo de transmisión de la madre infectada al hijo oscila entre el 20 y el 50 por ciento.

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