IPCS |
Programa Internacional
de Seguridad en las Sustancias Químicas |
Guía sobre seguridad y salud en el uso de productos
agroquímicos
Contribución de la OIT al
Programa Internacional de Seguridad en las Sustancias Químicas (programa en colaboración
con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Organización
Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud)
2.4. Control operacional
Los usuarios de productos agroquímicos deben hacer todo lo
posible por utilizar los productos que reducen al mínimo los peligros para ellos y otras
personas. En la elección de los productos agroquímicos pueden frecuentemente guiarse por
anuncios en los medios de comunicación de masas. Por consiguiente, conviene que los
usuarios soliciten el asesoramiento de extensionistas agrícolas y de varios abastecedores
independientes.
Análogamente, la elección de una tecnología segura es importante. Por
ejemplo, puede haber diversos tipos de equipo de pulverización en el mercado, pero los
más baratos a menudo no son los mejores desde el punto de vista de la seguridad. Pueden
ser de mala calidad y tener escapes. Lo mismo cabe decir de la elección del equipo de
protección personal. En este caso igualmente, los usuarios deben solicitar asesoramiento.
La adopción de sistemas y prácticas de trabajo seguros minimizará los
riesgos. Algunos de ellos ya se han examinado en las secciones 2.3.6 y 2.3.7. La
ordenación del tiempo de trabajo, particularmente en los climas cálidos, tiene
importancia a este respecto. Por ejemplo, la pulverización del producto agroquímico se
podría realizar en las primeras horas de la mañana.
En las subsecciones siguientes se examinarán las medidas técnicas de
control, la higiene personal y otras medidas de seguridad, la utilización de equipo de
protección personal como última línea de defensa y las alternativas en el uso de
productos agroquímicos.
2.4.1. Medidas técnicas de
control
Un principio básico para la protección del usuario es que
se deben tomar primero todas las medidas posibles para reducir la exposición a la fuente.
El mantenimiento de rutina debe garantizar que el equipo de aplicación de los productos
agroquímicos esté en buen estado y no posibilite los escapes o derrames. Se debe prestar
particular atención a los pulverizadores de mochila en los que los escapes pueden
contaminar gravemente al usuario. En la figura 30 se muestra que el mejoramiento del
diseño con la incorporación de medidas técnicas de control puede hacer más segura su
utilización.
Figura 30. Utilización sin riesgos de
pulverizadores de mochila gracias al mejoramiento de¡ diseño y de las medidas técnicas
de control
Los nuevos avances en los controles técnicos van mucho
más lejos al introducir características mejoradas del diseño que permiten la
manipulación automática del producto agroquímico o que facilitan o hacen más seguras
algunas tareas. En la figura 31 se hace un esbozo de un fumígador de cultivos remolcado
(al que se designa también con el nombre de fumigador tirado por tractor). Entre otras
medidas técnicas de control cabe mencionar las siguientes:
- Sistemas cerrados. El contenedor está abierto y el contenido pasa
automáticamente a través de un dispositivo de medición o pesaje a la cisterna de
pulverización.
- Lanza para el llenado. Sirve para pasar el producto agroquímico por succión de
un recipiente abierto colocado sobre el suelo a la cisterna de pulverización.
- Cubeta de premezclado. Es una cubeta de bajo nivel en la que se vierte el
producto agroquímico (figuras 32 y 33). Luego se trasvasa automáticamente a la cisterna
de pulverización.
- Dispositivo antisifonaje. Evita el sifonaje de retorno del contenido de la
cisterna de pulverización al abastecimiento del agua utilizada para la dilución o la
mezcla.
- Pulverizador de fácil acceso. El usuario puede llegar a todas las partes del
pulverizador para el llenado o el mantenimiento manual.
- Bastidor de aspersión automático. En esta operación el bastidor de aspersión
se abre y cierra de forma automática.
- Controles del pulverizador. Esos controles ajustados al tractor son fácilmente
accesibles desde el asiento del conductor.
- Boquillas de cambio rápido. Dispositivos utilizados para cambiar y limpiar
rápidamente la boquilla.
- Almacenamiento. Partes del tractor diseñadas para contener agua limpia, ropa de
protección, recipientes de plaguicidas y boquillas de repuesto.
Figura 31. Utilización segura de fumigadores de
cultivos con tractor mediante la mejora del diseño y de las medidas de control técnicas
Figura 32. Diagrama del proceso de un fumigador de
campo dotado de una cubeta de introducción del plaguicida
Figura 33. Un usuario con ropa protectora llena una
cubeta de premezclado en un fumigador de cultivos
2.4.2. Higiene personal
La higiene personal tiene por objeto mantener el cuerpo
limpio y no dejar que ningún elemento nocivo permanezca en él durante un largo período,
ya que puede ser absorbido por la piel. Es igualmente importante evitar respirar o ingerir
cantidades pequeñas e incluso insignificantes de productos agroquímicos debido a sus
efectos nocivos sobre la salud.
Las normas básicas de higiene personal al utilizar productos
agroquímicos son las siguientes:
- evitar la exposición a productos agroquímicos siguiendo prácticas correctas y
utilizando ropa y equipo de protección cuando sea necesario;
- lavar minuciosamente las partes expuestas del cuerpo después del trabajo, antes de
comer, beber o fumar, y después de utilizar el retrete o escusado (figura 34);
- examinar el cuerpo con regularidad para asegurarse de que la piel está limpia y en buen
estado de salud;
- proteger cualquier parte del cuerpo en la que haya cortes o inflamaciones;
- evitar la autocontaminación en todo momento, particularmente cuando se está
descontaminando o retirando la ropa protectora;
- no utilizar nunca prácticas poco seguras, como soplar por las boquillas de los
pulverizadores para desbloquearlas (utilizar siempre una sonda blanda);
- no llevar artículos contaminados como trapos sucios, herramientas o boquillas de
repuesto en los bolsillos de las prendas de vestir personales;
- retirar y lavar a diario por separado toda ropa de protección personal contaminada
(figura 35);
- llevar las uñas de los dedos limpias y cortadas;
- evitar la manipulación de cualquier producto que produzca una reacción alérgica, como
una erupción cutánea.
Figura 34. Lavado minucioso de las
partes expuestas del cuerpo
Figura 35. La ropa de protección personal
se debe lavar después de utilizarse
A continuación se indican otras medidas de higiene que se
han de respetar:
- incluso si en la etiqueta del producto no se recomienda llevar ropa protectora, procure
cubrir lo más que pueda del cuerpo con ropa ligera, por ejemplo, camisas de manga larga,
un sombrero o una toalla sobre la cabeza, pantalones largos de tela (mejor que de
plástico o de otros materiales similares que puedan causar molestia);
- como resulta incómodo usar ropa protectora y trabajar con ella, solicítese
asesoramiento acerca de los productos agroquímicos que no requieren el uso de este tipo
de ropa. Léase la etiqueta antes de hacer compras y pregúntese al abastecedor.
2.4.3. Utilización de equipo
de protección personal
La mayor parte de los productos agroquímicos entrañan un
peligro para el usuario que debe evitarse mediante medidas técnicas de control. Cuando
las medidas más arriba mencionadas no basten, se debe utilizar un equipo de protección
personal.
Ropa protectora
Dada la índole del trabajo agrícola, no siempre es posible adoptar
medidas técnicas de control. Por este motivo, la ropa protectora sigue siendo una parte
importante del trabajo con productos agroquímicos. Las prendas necesarias dependerán de
los efectos nocivos del producto agroquímico y de la forma en que se utiliza. En la
práctica, la información que figura en la etiqueta suministrada con el producto
agroquímico suele especificar el nivel de protección requerido. También se pueden
facilitar datos detallados sobre la calidad de los diversos artículos, como el espesor
mínimo de los guantes o el material con el que deben estar fabricados, por ejemplo
neopreno, nitrilo o butilo. Análogamente, se pueden enumerar los elementos del equipo de
protección respiratoria prescritos y el cuidado necesario para su mantenimiento. En la
figura 36 se dan ejemplos de prendas de vestir protectoras y en la figura 37 se muestran
las prendas y el equipo necesarios cuando se trabaja con productos agroquímicos sumamente
tóxicos.
Figura 36. Ejemplos de equipo de protección
personal
Gafas (para la protección de los ojos)
Protección
de la cabeza
Guantes
|
Mascarilla de protección respiratoria
Protección
de la cabeza, los ojos y la cara
|
Figura 37. Ejemplos de ropa y equipo protectores
para trabajar con sustancias químicas altamente tóxicas
Mascarilla de protección respiratoria de toda la cara
Mono
Botas (puestas por encima del mono)
2.4.3. l. Protección de la
cabeza
La cabeza se puede proteger con una única prenda o como
parte de un mono o de una careta con capucha. La ventaja de esa prenda combinada es que
garantiza la protección del cuello e impide que los productos agroquímicos se derramen
sobre la capucha y se ensucie la ropa de trabajo que se Heva debajo. La protección de la
cabeza debe cubrir todas sus partes por encima de los hombros, con excepción del rostro.
El material utilizado debe ser resistente a la penetración de productos agroquímicos.
2.4.3.2. Protección de los ojos y de la
cara
Se debe llevar una careta que cubra la totalidad de la frente y del rostro
hasta debajo de la mandíbula para protegerse contra salpicaduras accidentales de
líquidos peligrosos mientras se abren los recipientes o se vierte el líquido. Se deben
llevar gafas de protección no ahumadas cuando se manipulan polvos o gránulos.
2.4.3.3. Protección respiratoria
Las mascarillas de protección respiratoria pueden cubrir la mitad del
rostro, la nariz y la boca o toda la cara, es decir, la nariz, la boca y los ojos. Su
función estriba en impedir que se respiren sustancias agroquímicas peligrosas. Un
dispositivo de filtración de la mascarilla suprime las sustancias peligrosas por
absorción, adsorción o simple filtración. La filtración se efectúa por medio de un
simple tamiz metálico. De tratarse de sustancias agroquímicas altamente peligrosas, el
aire se filtra a través de un tubo o filtro que contiene otras sustancias químicas que
absorben o adsorben las sustancias agroquímicas altamente peligrosas. En varios países
se fabrican buenas mascarillas que se ajustan a las normas nacionales. No obstante, el
usuario debe asegurarse de que la mascarilla se ajuste bien a la nariz y a la boca y de
que ha recibido suficiente información e instrucción sobre su uso y mantenimiento
correctos. Los tubos deben renovarse periódicamente y las máscaras deben sustituirse con
regularidad para garantizar la protección.
2.4.3.4. Guantes protectores
Los guantes son necesarios cuando se manipulan sustancias agroquímicas
concentradas, particularmente plaguicidas. Es muy común que éstas sean absorbidas a
través de la piel o que le causen quemaduras. Deben tener por lo menos 0,4 mm de espesor,
sin perder flexibilidad para tareas manuales y sencillas como la apertura de recipientes o
el cambio de boquillas. El tipo de guante para una actividad particular dependerá de la
sustancia agroquímica y de la extensión del tiempo de contacto. Por ejemplo, se pueden
requerir guantes que cubran la muñeca para la aplicación convencional de plaguicidas
tóxicos, guantes que lleguen hasta el codo para la manipulación de gránulos y guantes
que Heguen hasta el hombro para la inmersión de plantas en plaguicidas. Un plaguicida con
disolventes orgánicos como el xileno requerirá de guantes de un material de mejor
calidad debido a su capacidad para atravesar prendas de vestir protectoras. En el anexo D
figura una indicación del grado de protección de los guantes probados contra tres grupos
de sustancias agroquímicas.
2.4.3.5. Prendas de trabajo
Son prendas de vestir personales que se llevan en el trabajo, mientras se
utilizan productos agroquímicos, en el presente caso. Incluyen prendas como las camisas,
los pantalones, las faldas, los calcetines y los zapatos o botas. En numerosas ocasiones
las prendas de vestir serán la principal cobertura de la piel, por ejemplo cuando se
utilizan productos de escaso riesgo aplicados para el tratamiento de animales.
Las prendas de trabajo utilizadas cuando se manipulan sustancias
agroquímicas deben mantenerse siempre limpias, lavándolas inmediatamente después de
utilizarlas. Las prendas contaminadas con sustancias agroquímicas pueden causar un
envenenamiento o la irritación de la piel. Ha habido asimismo casos en que una sustancia
inflamable, como el clorato sódico, depositada en las ropas de una persona se ha
incendiado mientras ésta fumaba un cigarrillo, y ha envuelto en Ramas la ropa y a quien
la llevaba.
En general, las prendas de trabajo deben:
- ser confortables para permitir el libre movimiento del cuerpo y de los miembros sin
dificultades indebidas;
- ser llevadas por la misma persona cada día y no intercambiarse entre individuos;
- estar en buen estado, cosidas o remendadas, cuando sea necesario;
- estar limpias y desprovistas de depósitos de productos agroquímicos. Una prenda de
trabajo sucia debe limpiarse por separado de la colada. familiar;
- ser llevadas bajo ropa protectora con el fin de que queden completamente cubiertas y no
expuestas a una contaminación accidental
- guardarse por separado de la ropa protectora con el fin de evitar la contaminación
cruzada.
2.4.3.6. Selección, utilización y
mantenimiento del equipo de protección personal
Cuando así lo especifique la etiqueta del producto, la selección del
equipo de protección personal adecuado, su utilización y su mantenimiento son esenciales
para la protección de una persona que utilice productos agroquímicos peligrosos. Se debe
solicitar asesoramiento (figura 38) y prestar particular atención a lo siguiente:
Figura 38. Elija el tipo adecuado de equipo
de protección personal (pregunte a alguien que sepa)
- Resistencia a los productos agroquímicos. La ropa protectora se
fabrica con diversos materiales que tienen una distinta capacidad para resistir a la
penetración. El usuario debe solicitar asesoramiento y elegir las prendas adecuadas
leyendo las instrucciones que figuran en la etiqueta o preguntando al abastecedor. En
general, prendas como los guantes fabricados con neopreno, nitrilo o vitón y con un
espesor no inferior a 0,4 mm son resistentes a la mayor parte de los productos
agroquímicos. Las botas y los mandiles destinados a resistir la contaminacion por
concentrados deben ser igualmente resistentes. Los monos deben ser impermeables a los
líquidos, si están sometidos a altos niveles de contaminación, por ejemplo cuando el
usuario está bajo un árbol fumigando los frutos de arriba. Si la exposición se reduce E
salpicaduras ocasionales de líquidos, polvos secos o gránulos, puede bastar un mono
fabricado con algún material textil como algodón tratado o poliéster.
- Elección de las prendas de trabajo. Algunas prendas, como los
guantes o los sombreros de algodón, lona, fieltro o cuero, son particularmente poco
seguras para ser utilizadas como equipo de protección mientras se manipulan sustancias
agroquímicas muy peligrosas, debido a que absorben los líquidos. Esos líquidos a su vez
son absorbidos a través de la piel y pueden provocar el envenenamiento del usuario. La
ropa puede ser asimismo poco segura, debido a que su utilización repetida puede arrugar
la superficie de protección, permitiendo la absorción de los líquidos; las prendas
deben desecharse tan pronto como se detecte un defecto. Algunas prendas protectoras están
destinadas a otros fines, por ejemplo los guantes a proteger contra detergentes en el
hogar o en la cocina. Este tipo de prendas pueden resultar poco adecuadas para trabajar
con productos agroquímicos muy peligrosos, y se debe solicitar asesoramiento al respecto.
- Confección a medida. Las prendas de trabajo deben hacerse de
preferencia a medida; de lo contrario, las prendas confeccionadas se deben elegir
meticulosamente para que las costuras o junturas no se separen, con el fin de que los
líquidos no puedan penetrar a través de los agujeros que se produzcan en los cosidos. No
debe haber puntos que retengan a los productos agroquímicos y no debe haber bolsillos o,
de haberlos, deben estar todos dentro de la prenda de vestir. Las prendas deben garantizar
una buena cobertura de las partes del cuerpo que están destinadas a proteger. No deben
tampoco impedir los movimientos del usuario.
- Ajuste correcto. En la práctica, a menudo se Hevan al mismo
tiempo varias prendas de vestir protectoras. Cada una de ellas debe hacer juego con las
demás para proporcionar la continuidad de la protección entre, por ejemplo, una capucha
que se superponga a los hombros de un mono, las mangas del mono que se superponen a los
guantes y un mandil que se superpone a las partes superiores de las botas.
- Adecuación al usuario. Las prendas protectoras no deben impedir
al usuario realizar las tareas necesarias relacionadas con la manipulación de productos
agroquímicos. Los guantes no deben ser tan grandes ni rígidos para impedir el movimiento
de los dedos al cambiar la boquilla del pulverizador. El usuario debe poder moverse con
soltura sin ser limitado por el tamaño excesivo o por el mal diseño de cualquier prenda
de trabajo. Análogamente, las prendas no deben ser demasiado pesadas o calientes. Las que
se han de emplear en países tropicales deben ser, siempre que sea posible, de material
ligero y de color blanco o amarillo para desviar el calor. Los usuarios deben aprender a
elegir el equipo de protección adecuado.
- Lavabilidad. Todas las prendas utilizadas al trabajar con
productos agroquímicos deben ser lavables sin que se retenga ninguna sustancia en los
«puntos de retención». Las prendas absorbentes como las de algodón no tratado pueden
ser muy difíciles de limpiar completamente.
- Adecuación. Cada prenda protectora debe ser adecuada para las
circunstancias en que se usa. Las mascarillas de protección respiratoria, en particular,
deben ser de un tipo probado por una autoridad responsable. Deben estar dotadas de los
tubos o filtros adecuados para garantizar la protección contra el peligro particular de
que se trate. Existen numerosos tipos distintos de mascarillas, entre los que cabe
mencionar los siguientes: a) los desechables que dan protección contra el polvo, los
humos y los vapores; b) los de cápsula de producto químico; c) los de filtro; d) los
plenamente completos, y e) las máscaras de protección respiratoria con emisión de aire
a presión. El empleo sin peligro de mascarillas depende de que se posea un conocimiento
adecuado de: i) cómo llevarlas correctamente; ii) el verificar que se ajusten al
trabajador perfectamente, y iii) las precauciones a tomar. El usuario debe recibir una
instrucción específica sobre todos estos aspectos. Puede haber situaciones en que haya
que elegir una prenda de protección determinada. Por ejemplo, guantes de protección de
preferencia a los guantes más cortos, sombreros con alas anchas o capuchas y gafas de
protección no ahumadas. Se debe solícitar asesoramiento.
- Limpieza inicial. La ropa de trabajo que se ha de poner el usuario
al comienzo de cada día debe estar limpia, seca y en buen estado. Las diversas prendas se
deben examinar para ver si hay indicios de desgaste, en cuyo caso se deben reparar o
sustituir, de ser necesario.
- Puesta correcta. Cuando se llevan guantes con un mono impermeable,
es conveniente que los puños de los guantes se coloquen dentro de las mangas de la camisa
para que el líquido que se escurra no moje a los guantes por dentro. Asimismo, las
piernas del mono deben cubrir normalmente las botas para que las gotas se escurran hacia
fuera. Otras prendas de protección deben llevarse también de manera correcta. Cabe
mencionar a este respecto la abrochadura de los botones y el cierre de las cremalleras
correctos y la colocación de las caretas en su lugar adecuado (figura 39).
Figura 39. La ropa y el equipo protectores
deben llevarse y utilizarse de manera correcta
- Descontaminación después del uso. Los guantes y las botas deben
lavarse antes de quitarse para evitar la autocontaminación (figura 40). A continuación
deben quitarse, lavándose a fondo la parte interior con agua y detergente, enjuagándose
y dejándose que se seque. Las gafas de protección y las caretas deben lavarse y secarse.
Figura 40. Las botas utilizadas durante la
aplicación de productos
agroquímicos deben lavarse antes de quitarse para evitar la contaminación
- Almacenamiento en condiciones de seguridad. La ropa protectora
debe guardarse en un cuarto limpio, seco y bien ventilado separado de las demás
habitaciones (figura 41).
Figura 41. La ropa y el equipo de protección
deben guardarse en lugares separados
Las Directrices para la protección de las personas que manipulan
plaguícidas en climas tropicales (en preparación), de la FAO, darán información
más detallada.
2.4.4. Alternativas en el uso
de los productos agroquímicos
La buena práctica de la agricultura reconoce la
importancia de los productos agroquímicos. Cuando se utilizan correctamente, contribuyen
a mejorar la producción agropecuaria. Sin embargo, un uso excesivo o indiscriminado de
sustancias agroquímicas puede provocar peligros para la salud y dañar los cultivos, el
ganado, la fauna y la flora y el medio ambiente. Para no depender de los productos
agroquímicos cabe recurrir a alguno de los métodos siguientes:
- Control de los cultivos. Consiste esencialmente en el empleo de técnicas de
cultivo que resulten beneficiosas para el cultivo y desventajosas para las plagas de
cualquier tipo. La rotación de los cultivos es el control más eficaz. Evita que se
afiancen plagas de un cultivo concreto y que se agoten los nutrientes de la planta en el
suelo. La rotación de los cultivos es también beneficiosa. Repone los nutrientes del
suelo con materia orgánica descompuesta, mejora la estructura del suelo y contribuye a
luchar contra las malas hierbas.
- Control biológico. Los enemigos naturales de las plagas se conocen con el nombre
de predadores de insectos. Con el control biológico se trata de estimular a esos
predadores que son inofensivos para los cultivos, pero que destruyen las plagas de la
misma manera que los insecticidas agroquímicos. Los predadores de insectos son un
sustituto valioso de los productos agroquímicos y pueden criarse en cautividad para
dejarlos sueltos oportunamente con el fin de que combatan contra una población de
insectos.
- Selección de plantas resistentes a las plagas. Mediante la selección se procura
desarrollar variedades mejoradas de plantas como el arroz, el trigo y el maíz, que
respondan bien al cultivo y que produzcan buenos rendimientos. La resistencia a las
enfermedades de las plantas causadas por microorganismos como virus, hongos y bacterias es
un elemento importante de este proceso. La información obtenida durante el programa de
selección indicará asimismo las condiciones ideales de crecimiento y será útil para
los agricultores. Esa información puede incluir datos sobre las necesidades
nutricionales, la densidad de la plantación o el mejor momento para sembrar y cosechar
con el fin de evitar los daños provocados por los insectos. Los agricultores deben
solicitar asesoramiento sobre las variedades de cultivos resistentes a las plagas en su
localidad.
- Controles físicos. Las trampas se han utilizado por largo tiempo para capturar a
diversos animales dañinos. Pueden ser redes o cajas para vertebrados como las ratas, los
conejos y los pájaros, o cintas pejagosas, palos y cebos para invertebrados como
caracoles, moscas y otros insectos. En los últimos años se han perfeccionado esos
métodos e incluyen ahora dispositivos impulsores electrónicos o la utilización de la
electricidad como una fuente luminosa. Los insectos dañinos atraídos por bombillas
eléctricas calientes se queman. El control físico es muy útil para afrontar
infestaciones de roedores o de otros insectos relativamente pequeños, por ejemplo en las
zonas de elaboración de los ahmentos, donde no se deben utilizar productos agroquímicos.
- Controles integrados. Se trata de una combinación de varias de las medidas de
control anteriormente descritas, además del uso regulado de productos agroquímicos. Las
medidas se equilibran entre sí con el fin de obtener los mejores resultados. La
aplicación práctica de los controles integrados dependerá de las circunstancias. Las
partes que lo integran pueden equilibrarse de distinta manera según el costo, la
oportunidad y la forma en que está amenazado un cultivo. En la práctica, los controles
integrados son comúnmente utilizados como parte de una buena práctica agrícola en todo
el mundo y se siguen promoviendo como un elemento de programas de lucha contra las plagas.
En algunos países los distintos métodos de control están sometidos a las normas
nacionales que regulan la manera de emplearlos.
2.4.5. Prevención del
envenenamiento
La prevención del envenenamiento depende de que el usuario
mantenga una actitud responsable en cualquier circunstancia. Antes de comenzar a aplicar
el producto agroquímico, el usuario debe leer, entender y seguir la información que
figura en la etiqueta, verificar la idoneidad del equipo y asegurarse de que tiene la
competencia necesaria. La responsabilidad del usuario sólo terminará después del uso.
Cada artículo utilizado debe descontaminarse cuidadosamente y cualquier excedente ha de
volverse a depositar en el almacén. Las medidas de precaución se pueden resumir como
sigue:
Utilización de un producto menos venenoso. Cuando se puede elegir
entre diversos productos agroquímicos, ha de elegirse el menos venenoso.
- Utilización según las instrucciones. El producto agroquímico debe utilizarse
sólo para el fin para el que está destinado y conforme a las recomendaciones que figuran
en la etiqueta.
- Cumplimiento de las precauciones de la etiqueta. Han de respetarse las
disposiciones relativas a cuestiones como la ropa protectora que se ha de llevar, los
índices de aplicación, el período de reingreso y la protección del público en
general.
- Control de la exposición en la fuente. Cuando la exposición se puede controlar
por medio de una medida de control técnico, ésta debe adoptarse primero. Entre los
ejemplos cabe mencionar el empleo de sistemas cerrados, cubetas de premezclado y sondas de
succión, así como el mantenimiento correcto y la reparación del equipo de aplicación
de productos agroquímicos.
- Cumplimiento de la ley. Cuando existen normas legislativas en vigor para
controlar el uso de los productos agroquímicos, se las debe respetar.
- Evitar prácticas poco seguras. Los productos agroquímicos deben utilizarse con
un sentido de responsabilidad hacia los seres humanos, los animales y el medio ambiente.
Debe condenarse y prohibirse cualquier tipo de comportamiento irresponsable.
- Instrucción. La formación en la utilización de los productos agroquímicos es
necesaria para fomentar la competencia del usuario. En la instrucción debe incluirse un
conocimiento de las medidas de precaución básicas para evitar el envenenamiento
accidental.
- Limpieza. La ropa y el equipo de protección deben descontaminarse después del
uso e inspeccionarse para ver si alguna prenda necesita ser reparada o sustituida. Los
productos agroquímicos no utilizados deben volver a guardarse en el almacén y los
recipientes vacíos deben eliminarse en condiciones de seguridad.
- Atención a la higiene personal. La limpieza fisica, particularmente después del
trabajo y de las comidas, evitará la absorción de sustancias agroquímicas causada por
una utilización descuidada que podría ocasionar problemas de salud.
- Búsqueda de atención médica. Si se sospecha que se ha producido un
envenenamiento, se debe obtener atención médica lo antes posible para evitar una
enfermedad más grave. Recuérdese el nombre del producto, de que se trate e indíquese al
doctor, si por alguna razón no es posible presentar el recipiente del producto utilizado
con su etiqueta. El doctor podrá dar un tratamiento rápido o solicitar asesoramiento,
por ejemplo, de un centro de información sobre envenenamientos.
2.5. Otras aplicaciones
2.5.1. Trabajo en invernaderos
y estructuras similares
Existen problemas especiales relacionados con el trabajo en
invernaderos (figura 42), en los que los productos agroquímicos se utilizan en muy
variadas circunstancias. Entre éstas cabe mencionar la alimentación controlada de las
plantas con nutrientes líquidos o la emisión de dióxido de carbono para promover el
crecimiento de la planta o como plaguicida para la protección vegetal.
Figura 42. El trabajo en un invernadero entraña
muchos peligros relacionados con las sustancias agroquímicas
En cierta medida, el producto agroquímico utilizado bajo
una cubierta de protección tiene ventajas: el usuario está aislado del viento y de otras
condiciones climáticas. Sin embargo, existen desventajas como las siguientes, que
requieren una consideración especial:
- Acumulación de plantas. Existe menos espacio para maniobrar dentro de un
edificio debido a que las plantas se cultivan muy cerca con el fin de aprovechar al
máximo todo el espacio disponible. Esto aumenta la posibilidad del contacto físico con
superficies tratadas y refuerza la necesidad de una protección personal adecuada.
- Frecuencia de aplicación. Las plantas de rápido crecimiento necesitarán en
general una aplicación más frecuente de sustancias agroquímicas que las que crecen al
aire libre. Habrá asimismo una tendencia a utilizar varios plaguicidas diferentes, pero
similares, con el fin de vencer la resistencia de los insectos a un ingrediente activo
particular. Todo esto intensificará la frecuencia de exposición del usuario a una amplia
gama de productos agroquímicos y requerirá un alto nivel de higiene personal y de
aplicación estricta de las medidas de precaución.
- Escasa ventilación. En los invernaderos la ventilación tiene por objeto
promover el crecimiento de las plantas y en general es escasa para el usuario. Conviene
tener esto en cuenta al determinar los plazos de seguridad de reingreso después de la
fumigación, particularmente en los casos en que pueden haberse evaporado gotitas de
pulverización después de depositarse en tuberías de calefacción o en otras superficies
calientes análogas.
- Contacto corporal directo con el aplicador. Algunos aplicadores de productos
agroquímicos, como los fumigadores de mochila, se emplean en los invernaderos. Se debe
prestar particular atención debido al espacio limitado. El riesgo de inhalación es mayor
porque la concentración de vapor de cualquier fuga o derrame será superior. El equipo de
pulverización deberá ser adecuadamente inspeccionado y reparado cuando sea necesario.
- Desgaste de la ropa protectora. El uso regular de ropa protectora exige un
mantenimiento y unas reparaciones más frecuentes. Se debe disponer asimismo de
instalaciones para la descontaminación, el lavado y el almacenamiento.
- Reingreso. La utilización de plaguicidas como fumigantes, en forma de vapores o
nieblas, resultará peligrosa para cualquiera que entre en un edificio hasta pasado cierto
tiempo. En esas circunstancias, se debe dejar el edificio firmemente cerrado y colocar un
aviso fuera.
2.5.2. Fumigación aérea
Los productos agroquímicos, en particular los plaguicidas
y los fertilizantes, a veces se aplican desde helicópteros y aviones de ala fija (figura
43). Esta es una práctica común en las plantaciones de varios países. La autoridad
nacional que permite el uso de esos aviones prescribe controles adicionales cuando se
utilizan para una fumigación aérea. La OIT ya ha publicado esas exigencias1.
A continuación se enumeran algunos principios básicos.
1
Safe use of pesticides, Occupational Safety
and Health Series No. 38 (Ginebra, 1977), págs. 20-24.
Figura 43. Fumigación aérea de plaguicidas
Las autoridades nacionales de aviación deben especificar:
los niveles de competencia necesarios para los pilotos y el personal de
tierra;
- una lista limitada de los plaguicidas que se pue den aplicar, junto con otras
condiciones sobre las circunstancias de utilización aprobadas y las precauciones que se
han de observar;
- consultas previas con personas responsables del agua potable y de zonas terrestres como
cualquier tipo de abastecimiento de agua para el público o para el ganado de una
explotación, el agua utilizada para la agricultura o para la pise¡cultura, o el agua
utilizada para el riego de plantas, o tierras en las que se den plantas o fauna o flora
vulnerables;
- que se notifique a las personas siguientes:
- las autoridades públicas como la policía, los organismos públicos de
salud o los encargados de la aplicación;
- las autoridades hospitalarias, las escuelas u otras instituciones
situadas en las cercanías del lugar donde se va a proceder a la fumigación aérea;
- los ocupantes de cualquier edificio y las personas responsables del
ganado o de los cultivos en torno al lugar;
- cualquier persona que se encargue de insec tos de polinización como las
abejas;
- que se empleen signos de advertencia y marcadores del suelo;
- que se mantenga un registro.
Temas de debate y actividades (secciones 2.4 y 2.5)
- Indique los dispositivos de seguridad del equipo que utiliza para la
pulverización de productos agroquímicos. Enumérelos por separado.
- Enumere diez normas básicas de higiene personal.
- Equipo de protección personal.
- Enumere los elementos del equipo de protección personal que utiliza.
Indique el nombre y la dirección del minorista y la fecha de la compra.
- ¿Cuándo lo inspeccionó por última vez?
- ¿Cómo se asegura de que cada elemento ha sido limpiado de manera
adecuada? ¿Lleva usted un registro?
- ¿Quién lo ha instruido en el empleo de cada tipo de equipo?
- ¿Cómo se asegura de que utiliza el equipo correcto para cada actividad
peligrosa?
- ¿Ha recibido usted instrucción para verificar que cada elemento le da
la protección adecuada? En caso negativo, recuerde que su uso entrafia un riesgo, ya que
sólo le podría dar una sensación falsa de protección. Consulte a alguien que sepa.
- ¿Qué incomodidad le produce trabajar con equipo de protección
personal?
- ¿Ha probado otras horas del día para proceder a la aplicación de los
productos químicos, por ejemplo trabajando muy temprano por la mañana cuando lleva
puesto el equipo? ¿Qué ha comprobado?
Recuerde:
No se debe tratar de hacer experimentos a menos que se haya recibido el
asesoramiento correcto. |
- Examine con su instructor otras posibilidades de trabajar sin equipo de protección
personal, al pulverizar soluciones diluidas de plaguicidas, por ejemplo utilizando una
bolsa de plástico para sustituir a los guantes, o empleando cantidades menores y
pulverizándo durante una cuarta parte o menos del tiempo.
- ¿Qué es un control integrado de plagas?
- ¿Tiene usted alguna experiencia en el uso de otros métodos de lucha
contra las plagas? Descríbalos.
- Enumere ejemplos de insectos o animales más grandes que se alimentan de
insectos nocivos en la explotación agrícola.
Enumere ocho medidas de precaución que se deben adoptar para organizar
la prevención del envenenamiento con productos agroquímicos.
Si tiene alguna experiencia de fumigación aérea o de trabajo en
invernaderos, explique a los demás miembros del grupo:
- los diversos riesgos que se corren, y
- las precauciones que le han enseñado a usted a tomar.
Ir a sección 3. Envenenamiento con productios
agroquímicos, su tratamiento y las medidas de emergencia