IPCS |
Programa Internacional de Seguridad en las Sustancias Químicas |
Guía sobre seguridad y salud en el uso de productos agroquímicos
Contribución de la OIT al Programa Internacional de Seguridad en las Sustancias Químicas (programa en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud)
5. Instrucción y formación
Los usuarios de productos agroquímicos tienen la responsabilidad de asegurarse de que son competentes con respecto a todas las tareas que realicen. Esa competencia sólo se conseguirá con un nivel adecuado de instrucción y capacitación. Es preciso igualmente un esfuerzo constante para identificar y poner en práctica programas de instrucción y formación eficaces en función de los costos. Esos programas deben organizarse con la cooperación de todos los interesados y ajustarse a las necesidades de cada grupo o destinatario. La formación debe ser dinámica y estar orientada hacia la acción para promover la planificación de mejoras potenciales y su puesta en práctica con el fin de lograr resultados positivos.
5.1. Información
En la mayor parte de los países se dispone de información acerca de los productos agroquímicos y de la manera de utilizarlos con seguridad y eficacia. Esa información es elaborada por autoridades como organismos internacionales y administraciones estatales, asociaciones que representan a los fabricantes, abastecedores y usuarios, y también por expertos, colegios e institutos agrícolas. La mayor parte de esta información se presenta en una forma que facilita la lectura y a menudo es gratuita. En la actualidad se dispone de un mayor volumen de información en forma de videos, que son especialmente útiles para usuarios con dificultades de lectura. La distribución de esta información suele plantear un problema debido a la distancia y lejanía de algunos usuarios. Sin embargo, los usuarios deben hacer indagaciones por conducto de asociaciones agropecuarias locales, dirigentes comunitarios, oficinas públicas, abastecedores de productos agro-' químicos, maestros de escuela y personal de atención primaria de la salud.
Los fabricantes tienen también la obligación de asegurarse de que las personas que participen en el transporte, la comercialización y utilización de sus productos estén adecuadamente informadas acerca de los procedimientos de seguridad. Ha habido numerosas iniciativas para difundir esta información en forma de octavillas, carteles y folletos gratuitos. La serie de folletos publicada por el Grupo Internacional de Asociaciones Nacionales de Fabricantes de Productos Agroquímicos (GIFAP) es un buen ejemplo de lo que se puede lograr internacionalmente.
5.2. Educación de los trabajadores
El uso de los productos agroquímicos puede aprenderse solo o en escuelas de agricultura. En algunos países la ley exige que los usuarios de plaguicidas completen un período de formación seguido de una prueba práctica que requiere la demostración de competencia.
La instrucción y la formación deben garantizar que el usuario:
Figura 54. Registro modelo de aplicación de pro ductos agroquímicos
Nombre del usuario | |||||
Fecha | Producto utilizado/dilución y tasa de aplicación | Cultivo, material o estructura tratados | Lugar de aplicación | Razón para el tratemiento | Horas de utilización del producto |
Dadas las diferencias en el nivel de alfabetización y el número creciente de productos agroquímicos que se venden en el mercado, la instrucción de los trabajadores y de otros usuarios podría facilitarse mediante el empleo de pictogramas. El GIFAP, en cooperación con la FAO, ha ideado un conjunto de pictogramas y recomendado que se incorporen en las etiquetas. Estas ilustraciones pue den ser útiles para la producción de pictogramas y de medios auxiliares audiovisuales.
5.3. Sensibilización del público
La utilización de productos agroquímicos tendrá frecuentemente repercusiones en la vida de las personas que habitan en las cercanías. Estas deben ser avisadas del uso inminente, con el fin de que puedan adoptar precauciones. Esto no significa que los productos agroquímicos puedan aplicarse sin tener en cuenta el interés general, pero un aviso previo permitiría cerrar las ventanas y las puertas para que no pase el polvo, encerrar en la casa a los animales domésticos y eliminar el agua del lavado de las cuerdas para tender la ropa. Se debe también advertir al público que no entre en zonas recientemente tratadas hasta que haya transcurrido el plazo de seguridad. Este período se determinará en función de la clasificación de los riesgos del producto.
El público en general es cada vez más consciente de la utilización de productos agroquímicos. Esto se debe a que los efectos del uso de esos productos no siempre se limitan a la superficie de tierra tratada. Los nitratos y los fertilizantes pueden infiltrarse hasta las fuentes de agua potable y los plaguicidas pueden contaminar las aguas de los ríos o ser transportados como deri de la pulverización a terrenos públicos.
Los usuarios de productos agroquímicos deben estar al tanto de la preocupación general y responder a las críticas con su propio ejemplo de una buena práctica en lo que respecta a la seguridad. Se debe fomentar el conocimiento por el público de los beneficios de un uso juicioso de los productos agroquímicos.
5.4. Educación escolar
En muchas comunidades rurales en las que la mayor parte de los padres pueden ser analfabetos, los alumnos de la escuela primaria podrían hacer una aportación a la sociedad prestando servicios como vínculos de comunicación. Esto no es irrealizable, como lo demuestra el hecho de que algunas enfermedades endémicas como la anquilostomiasis han sido prácticamente erradicadas por los niños en edad escolar que «educaban» a sus padres acerca de una buena higiene personal.
Cuestiones básicas de seguridad y salud y de higiene personal con respecto al uso de productos agroquímicos pueden incorporarse en el programa de estudios de la enseñanza primaria. Esto podría consistir simplemente en información acerca de:
Las cuestiones de seguridad y salud en el uso de productos agroquírnicos podrían integrarse en las materias de ciencias naturales, en los programas de estudio de la enseñanza secundaria y superior. Se podrían hacer ejercicios prácticos sobre el uso sin riesgo de esos productos. Algunos ejemplos son los proyectos de seguridad y salud como los estudios de casos de envenenamiento por producto agroquímico en la comunidad local, las lecciones aprendidas y las medidas adoptadas para evitar su reaparición. Competiciones sobre seguridad, carteles y lemas con la participación de los padres estimularían a ambos grupos e impulsarían el compromiso total de la comunidad a la promoción de la seguridad y la salud en el uso de los productos agroquímicos
Temas de debate y actividades
6. La seguridad y la salud en los países en desarrollo
La utilización de productos agroquímicos en los países en desarrollo seguirá aumentando en las próximas décadas, principalmente debido a las ventajas económicas que aportan. Un mayor rendimiento de la agricultura con el empleo regulado de productos agroquímicos contribui rá a sostener la economía agropecuaria de muchos países. No obstante, es necesario poner al descubierto los riesgos asociados con la utilización de productos agroquímicos y los problemas particulares de seguridad y de salud en los países en desarrollo para que se adopten las medidas adecuadas.
Los usuarios de productos agroquímicos, tanto en los países industrialmente desarrollados como en los países en desarrollo, están expuestos a ciertos peligros resultantes del uso de productos químicos peligrosos en el trabajo.
Los factores siguientes proporcionan una mayor protección a los trabajadores y otros usuarios de los países desarrollados:
En cambio, los problemas de seguridad y de salud relacionados con el uso de productos agroquímicos en los países en desarrollo se ven agravados por factores negativos como:
Todos estos factores tienden a exponer a mayores peligros para su salud a los trabajadores y usuarios de los países en desarrollo que utilizan productos agroquímicos. Incentivos como las «primas de riesgo» pueden alentar a los trabajadores a asumir mayores peligros. Su analfabetismo funcional se puede igualmente explotar: valoran los beneficios inmediatos de ganar más como trabajadores ocasionales o por contrata sin tener en cuenta los posteriores efectos crónicos sobre su salud.
Los productos agroquímicos son evidentemen te útiles en la producción agropecuaria. Sin embargo, el uso indiscriminado de esos productos en los países en desarrollo ha producido a veces consecuencias desastrosas. La presente gula incluye varios estudios de casos que ponen de manifiesto las causas profundas de las muertes y lesiones graves ocasionadas por el uso inadecuado de productos agroquímicos y los intentos de establecer al gunas normas básicas para evitar la repetición de esos acontecimientos.
Estudio de casos
Caso 1. Confusión creada por los anuncios de promoción de ventasA una mujer le dolían los dientes. En su cultura local, un dolor de dientes se describe como «un gusano que mata al diente». Como había oído que los plaguicidas matan a los gusanos, empapó un pequeño trozo de algodón con un plaguicida concentrado y se lo introdujo en la cavidad del diente. La mujer falleció antes de llegar al hospital. |
Se trata de un caso de completa ignorancia. Ha entrado en juego un obstáculo cultural y lingüístico a la información. Esta triste muerte no habría ocurrido si los medios de comunicación que dieron publicidad al producto hubieran indicado explícitamente que los plaguicidas se fabrican para destruir plagas, es decir, insectos, animales y plantas. Una pequefia cantidad de un plaguicida en su forma concentrada puede matarle si lo respira o se lo traga o si deja que sea absorbido a través de la piel.
Tenga en cuenta que los plaguicidas que normalmente compra están muy concentrados. Por consiguiente, deben manipularse con sumo cuidado. Los plaguicidas concentrados han de diluirse deacuerdo con las instrucciones. Incluso los plaguicidas diluidos utilizados para destruir plagas pueden ocasionarle daños Por tanto, adopte todas las precauciones necesarias para no inhalarlos, ni tragárselos ni absorberlos a través de la piel.
Caso 2. Negligencia por no eliminar los recipientes vacíosVarias muchachas fueron envenenadas y quedaron paralizadas de medio cuerpo para abajo. Habían consumido un aceite vegetal que les habían dado sus padres, quienes creían que el aceite bebido al llegar a la pubertad embellece a las jóvenes. Se investigó la causa del envenenamiento. El aceite, contaminado con un plaguicida organofosforado, había sido comprado en la misma tienda de la localidad. El propietario de la tienda, quien había comprado el aceite en la ciudad y lo había transportado en un tambor para plaguicidas desechado, no era consciente de las consecuencias |
Caso de negligencia. El usuario de ese plaguicida, ya sea abastecedor, elaborador, minorista o agricultor, no cumplió su deber de eliminar los recipientes vacíos en condiciones de seguridad. No existía ningún método para reciclar los tambores usados. El usuario debe enjuagar el tambor tomando las precauciones necesarias, agujerearlo por varios lugares y enterrarlo como ya se ha descrito en la gula, o de lo contrario debe devolvérselo al minorista para que éste lo elimine sin riesgos. Los tambores o cilindros vacíos se pueden vender a un buen precio, principalmente para utilizaciones peligrosas, como en el caso descrito. Esta práctica debe prohibirse.
Caso 3. Falta de supervisiónCuatro trabajadores de una plantación que pulverizaban dinitro-orto-cresol - un destructor de malas hierbas - se sintieron muy sedientos inmediatamente después del trabajo. Se dirigieron tambaleándose hasta un riachuelo cercano para beber y se desplomaron. El único trabajador que se recuperó en el hospital contó la historia. El supervisor estaba ausente. Los trabajadores decidieron pulverizar el plaguicida sin diluirlo de manera adecuada porque querían terminar el trabajo en media jornada para irse a casa. Para estos trabajadores, la dilución con una pequeña cantidad de agua implicaba la pulverización de una pequeña cantidad en un tiempo más breve, No hablan recibido instrucciones acerca de los riesgos y las precauciones. |
Este es un caso de descuido del empleador o del supervisor. Los supervisores deben estar siempre seguros de que los trabajadores han recibido las instrucciones y licencias adecuadas exigidas por los reglamentos. Los empleadores deben asegurarse de que se prohíbe a los trabajadores trabajar con sustancias peligrosas sin una supervisión adecuada. Deben asimismo asegurarse de que se respetan los reglamentos de segundad y las prácticas de trabajo seguro pertinentes.
Los plaguicidas únicamente deben ser utilizados para los fines a que están destinados y por personas competentes que empleen un equipo de aplicación en buen estado. Las instrucciones indicadas en la etiqueta se deben seguir al pie de la letra y asegurándose de que el plaguicida no se aplica fuera de la zona a que está destinado ni contamina el medio ambiente, por ejemplo una fuente de agua potable. Debe evitarse la autocontaminación manejando el producto con cuidado y evitan-, do prácticas imprudentes como frotarse la cara o la boca con una mano enguantada.
Caso 4. Ropa y equipo de protección personal inapropiadosUn trabajador ocasional empleado en una fábrica de productos organofosforados se dirigía a pie a su casa para almorzar; era su primer día de trabajo. Se sintió enfermo, vomitó y fue trasladado de urgencia al hospital. Sucumbió a los efectos de un grave envenenamiento con plaguicida. Durante las investigaciones el empleador mostró el tipo de mascarilla de protección respiratoria suministrada. Eran máscaras de tela metálica. El vapor de agua del aire exhalado se condensaba en la máscara y se evaporaba parcialmente durante la inhalación siguiente. Esta evaporación provocaba el enfriamiento de la parte exterior de la máscara. Los vapores organofosforosos en el ambiente de trabajo se condensaban en la superficie más fría de la máscara, de modo que en realidad los trabajadores estaban inhalando más vapores tóxicos. Además, los mandíles impermeables proporcionados eran demasiado cortos. La mesa de trabajo era demasiado baja y estaba fuertemente contaminada con plaguicidas. En consecuencia, las prendas de trabajo que se llevaban debajo de los mandiles cortos estaban empapadas con una sustancia muy tóxica y los trabajadores absorbían grandes cantidades de esa sustancia a través de la piel de los muslos. |
Es preciso suministrar siempre equipo y ropa de protección personal del tipo aprobado y adecuado para la tarea, cuando se manipulan o utilizan productos agroquímicos, particularmente los concentrados marcados con las palabras «tóxico», «nocivo» o «corrosivo». Es conveniente y pertinente reiterar otras precauciones de seguridad como seguimiento del presente caso.
Formación
La formación en materia de seguridad en el uso de productos agroquímicos es esencial para los gerentes y directores, los empleadores y los agricultores. La formación debe garantizar que se tiene competencia para utilizar un producto agroquímico sin peligro para otras personas ni para el medio , ambiente. De particular importancia es la capacidad para entender la información que figura en las etiquetas y la manera de utilizar cualquier equipo de a aplicación con seguridad.
Etiquetas
Es precisó leer la etiqueta que figura en el recipiente del producto agroquímico antes de utilizarlo. Si se tienen dificultades, recúrrase a alguien para que se la lea. Las instrucciones indicadas en las etiquetas, particularmente acerca de la protección, deben seguirse de forma estricta. Los empleadores deben leer, entender y aplicar la información detaHada que figura en las hojas de datos sobre la utilización segura de los productos químicos y en las hojas de información. Se han de adoptar las precauciones necesarias para proteger a los trabajadores, a otras personas, al ganado y al medio ambiente.
Limpieza
Es necesario proceder a una descontaminación a fondo después del uso, con el fin de eliminar cualquier producto agroquímico del cuerpo, el lugar de trabajo y la ropa protectora. Todas las aguas de lavado deben recogerse en una cistema, sumidero o un área segura que contenga las sustancias tóxicas sin peligro de una contaminación más amplia. No se debe nunca llevar a casa la ropa contaminada de cualquier tipo que sea; se debe lavar por separado para evitar la contaminación de las prendas de vestir de la familia y no poner en peligro a otras personas en el hogar.
Primeros auxilios
Si alguien enferma, ha de llamarse a un médico de inmediato, dándole el nombre del producto agroquímico util izado. La víctima debe mantenerse en reposo en un lugar limpio, fresco y sombreado, pero aireado, después de quitársele la ropa protectora y con sus prendas de vestir personales sueltas, Todo depósito en el cuerpo debe eliminarse por lavado. Evítese la autocontaminación. Si la víctima pierde el conocimiento, colóquesela en una cómoda posición de recuperación como ya se ha descrito y siga asimismo todas las demás instrucciones.
Caso 5. Ausencia de signos de advertencia y falta de respeto del plazo de seguridadUnos trabajadores se envenenaron después de recolectar los frutos maduros de un terreno fumigado unas horas antes el mismo día. Mientras efectuaban la recolección, es posible que hubieran comido algunos frutos. |
Después de una pulverización se deben colocar signos de advertencia. Deben respetarse estrictamente los plazos de seguridad para el reingreso que figuran en la etiqueta o en las fichas de instrucciones.
Los empleadores han de, velar por que los trabajadores estén protegidos contra los riesgos. Los trabajadores y otros usuarios deben recibir instrucciones de no respirar nunca sustancias tóxicas ni dejar que entren en contacto con su piel, y de no comer ni beber alimentos contaminados, como semillas tratadas o plantas recientemente fumigadas.
No se ha de comer ni beber nunca mientras se están utilizando plaguicidas y es necesario lavarse siempre antes. Los lugares para comer y beber deben estar situados fuera de la zona de aplicación, con el fin de evitar la contaminación de todo lo que se coma o se utilice con la comida.
Caso 6. Venta al por menor negligenteUnos niños fueron envenenados al beber un plaguicida de una botella de bebida no alcohólica que se utilizó para distribuir una sustancia muy tóxica. |
Un minorista de productos agroquímicos no debe nunca vender productos distintos de los del recipiente de origen en el que se suministraron y un usuario no debe nunca trasvasarlos a otro recipientes. Las sustancias tóxicas deben siempre mantenerse fuera del alcance de los niños.
Los productos agroquímicos deben siempre almacenarse en un edificio o armario seguro, impermeable y bien ventilado, que ha de estar separado de su vivienda o de los lugares donde guarda alimentos.
Todos los usuarios de productos agroquímicos, deben aprender las debidas lecciones de estos casos. No se deben repetir nunca estos actos ni otros actos descuidados similares que podrían causar sufrimientos y muertes.
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