Cartilla 2
EL CENTRO DE TRABAJO Y EL MEDIO AMBIENTE
El medio ambiente de trabajo es como un crisol en que continuamente produjésemos cosas transformando materiales. Los recursos derivados del agua, el aire y la tierra son la fuente de todos los elementos que entran y salen del centro de trabajo.
En nuestro trabajo, tenemos una íntima relación con el medio ambiente:
Puntos para discusión Piense en su centro de trabajo...
|
LOS RECURSOS QUE UTILIZAMOS Y EL PROCESO DE PRODUCCION
Algunos procesos de producción y materiales utilizados en el centro de trabajo pueden entrañar riesgos para la gente y el medio ambiente si no se administran bien. El proceso de producción abarca muchas etapas y en cada una de ellas hay que considerar sus posibles efectos sobre el medio ambiente. La etapa inicial comienza al traer materiales de distinto tipo al centro de trabajo. En las etapas siguientes aparecen los métodos productivos y el producto. Finalmente, hay que considerar qué se hace con los desechos. Los próximos párrafos fijan la atención en algunas conexiones diferentes entre las materias utilizadas y el proceso productivo.
Agua
En la producción industrial se utilizan cada día muchos millones de litros de agua. El agua es esencial en muchos procesos de producción (por ejemplo, la fabricación de cerveza o de tejidos) y, a menudo, la disponibilidad de agua determina dónde se radicará la industria.
La agricultura es igualmente un proceso en que el agua se utiliza de manera intensiva. Su grado de disponibilidad determina qué métodos de producción puede usarse. En los países amenazados por la sequía o la escasez de agua influye en los tipos de producción escogidos: por ejemplo, convendrá dedicarse a cultivos resistentes a la sequía, en lugar de otros tipos de producción agrícola que necesiten mucho riego. Será importante aplicar política de precios positiva para asegurar la conservación del agua y el mantenimiento de la productividad de la tierra mediante cultivos apropiados.
Consumo mundial de agua
El blanqueo del papel es un ejemplo de otro proceso que depende del agua. Prácticamente todo el papel que utilizamos se ha sometido a blanqueo. Para blanquear se utiliza cloro disuelto en agua.
El cloro también descompone la lignina - la sólida y dura sustancia de la madera - para hacer celulosa que, a su vez, sirve para hacer papel. Este proceso deja como subproductos numerosos compuestos orgánicos del cloro, entre ellos las dioxinas y los furanos que figuran entre los productos químicos más peligrosos del mundo, incluso en pequeñas cantidades.
Preocupa la presencia de estos contaminantes en el agua de que se abastece el hombre para su consumo, especialmente en las costas del Canadá y la India, también pueden encontrarse residuos en el papel producido. En muchos países las mujeres han hecho campaña contra la utilización de papel tratado con cloro para fabricar toallas sanitarias. En Suecia y en otros países todas las toallas sanitarias están hechas de papel no blanqueado. Puede fabricarse papel sin cloro mediante un proceso especial llamado proceso quimiotermomecánico.
El calentamiento y enfriamiento de agua es parte importante de muchos procesos de producción. El agua es un agente refrigerante necesario, por ejemplo en las centrales eléctricas. Se utiliza igualmente en los sistemas de calefacción central en los hogares y en las empresas. Ambos procesos tienen consecuencias para el medio ambiente.
Por ejemplo, los sistemas biológicos trabajan más de prisa en aguas más calientes. Así, las algas crecerán dos veces más rápido en aguas que tengan diez grados más de temperatura. Generalmente, las algas captan la luz del sol y contribuyen a la alimentación de los peces y otras formas de vida acuática. Pero un espectacular aumento de algas puede crear problemas, pues se convierten en agentes contaminantes. La utilización de agua en los sistemas de calefacción central produce su propia ecología. Peligrosos microorganismos procedentes de los sistemas hídricos han provocado epidemias de legionela. La presencia de esta enfermedad se ha atribuido a las bacterias que crecen en los sistemas de suministro de agua y de aire acondicionado.
La contaminarse los recipientes de agua de los sistemas de aire acondicionado ha causado la muerte de muchos trabajadores.
Aire
El proceso de producción puede ocasionar la contaminación del aire del centro de trabajo por medio de emisiones de substancias químicas, disolventes, resinas, productos de limpieza, humos de vehículos, polvo y ruido. Estos contaminantes pueden descargarse igualmente en el medio ambiente exterior a través de las chimeneas, los sistemas de ventilación, el viento, etc.
Las sustancias químicas en suspensión en el aire pueden ser aspiradas o absorbidas por las personas. Se han calculado los niveles tolerables de exposición a más de 500 sustancias químicas presentes en el aire de los centros de trabajo en todo el mundo. Estos límites, destinados a proteger a los trabajadores de los peores efectos sobre su salud, se llaman "Valores de límite crítico". La simple observación de estos niveles, o límites, y el número de sustancias químicas en que se alcanzan, demuestra que puede haber peligro en los centros de trabajo.
Estos niveles de exposición son distintos según los países. (Véase el libro de la OIT Exposición profesional a substancias nocivas en suspensión en el aire.) Los niveles se modifican a medida que se dispone de mayor información acerca de los posibles efectos de las sustancias químicas sobre la salud y de que los sindicatos piden mayor protección para sus afiliados.
Una dosis doble. Algunos contaminantes en suspensión en el aire pueden contaminar a las personas en el trabajo y en la comunidad. Ciertos estudios destacan que la exposición al amianto (asbestos) ha causado no sólo la muerte de trabajadores empleados en fábricas de amianto, sino también la de mucha gente que habitaba en los alrededores.
Los trabajadores que manipulan arsénico pueden sufrir problemas de la piel, mientras que, a cierta distancia de un centro de trabajo, los vecinos cáncer de pulmón. Es evidente que hay trabajadores doblemente expuestos, en el trabajo y en el hogar.
Los plaguicidas pueden contaminar el medio ambiente de varias maneras diferentes al mismo tiempo. Los pesticidas pueden contaminar por contacto con la piel, cuando se aspiran por la nariz o la boca, o cuando están en los alimentos ingeridos.
El lindano, por ejemplo, es un plaguicida ampliamente utilizado que mata insectos. Los trabajadores que lo fabrican, que lo esparcen en las frutas y hortalizas y que los distribuyen lo pueden absorber en la piel o en los pulmones durante su trabajo. Como miembros de la comunidad pueden verse contaminados cuando la pulverización se propaga en suspensión en el aire. Pueden verse expuestos igualmente en sus hogares cuando se pulveriza lindano en el interior del domicilio para proteger las piezas de madera de los insectos o se aplica al cabello de los niños para matar los piojos. Se pueden encontrar residuos de lindano en el chocolate y en el pan, o incluso en la leche. ¡Hasta puede encontrar el camino para llegar a usted a través de las cañerías del agua!
Ruido y polvo pueden ser las consecuencias del uso de máquinas vibratorias en el centro de trabajo. El ruido es una forma peculiar de contaminación que causa graves y perceptibles daños a miles de trabajadores en todo el mundo. Una exposición prolongada a altos niveles de ruido - superiores a 85 decibelios - puede lesionar el oído permanentemente. En muchos países se han adoptado normas para controlar la exposición al ruido.
En la Comunidad Europea se dictó una directiva para que se tomen medidas en los centros de trabajo a fin de reducir los niveles que sobrepasen los 90 decibelios. En todas las otras directivas de la Comunidad Europea referentes al ruido - provocado por automóviles, camiones, tractores y máquinas de cortar pasto - los niveles que no pueden sobrepasarse son inferiores a 90 decibelios. Fuera del medio ambiente de trabajo, el ruido puede ser una molestia, pero raramente causa daños insuperables.
La tierra
La producción depende mucho de los recursos naturales que hay en la tierra, desde el propio suelo a los metales y las sustancias químicas naturales (como la ceniza de sosa), la vegetación y otras sustancias vivas que se encuentran en ella.
Al utilizar estos recursos debemos establecer un equilibrio entre nuestras necesidades inmediatas de consumo y la existencia a largo plazo de estos recursos preciosos. Algunos, como los árboles o las plantas, son renovables, o sea que vuelven a crecer con el tiempo. Otros, como los metales, no son renovables (y pertenecen a la categoría de recursos no renovables) y una vez utilizados no pueden reemplazarse. Para poder mantener en el futuro las posibilidades de empleo y los productos que necesitaremos, es preciso pensar hoy en cómo utilizamos esos recursos.
La tierra es maltratada por los residuos que arrojamos. Este es el ejemplo más claro de degradación ambiental. Lo vemos por todas partes. Según estima la (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos), la limpieza de los depósitos de residuos industriales abandonados y el tratamiento de la contaminación del suelo en los solares de antiguas fábricas de Europa y América del Norte puede costar miles de millones de dólares. Añádase a esto el costo de los edificios abandonados y de la desaparición de lo que antes era buena tierra agrícola y nos encontraremos con unos costos extraordinariamente altos. Desgraciadamente, es demasiado fácil desplazar todos esos desechos hacia otros lugares, ya sea hacia partes menos desarrolladas del país, ya sea directamente a otros países, y repetir la operación.
Los bosques proporcionan papel, combustible y otros productos. Sin embargo, se están talando rápidamente. También se está deforestando para conseguir nuevas tierra agrícolas y ganaderas.
En algunos países se espera que gracias a la moderna tecnología informática se pueda reemplazar parcialmente el papel que se utiliza en las oficinas. Sin embargo, hoy en día las oficinas, las escuelas y las industrias consumen grandes cantidades de papel. En los países desarrollados, cada adulto derrocha en papel el equivalente a tres árboles al año. Más de la tercera parte de la producción mundial de madera comercial se convierte en papel, pero sólo se recicla una cuarta parte. El reciclado del papel presenta evidentes ventajas; cuando se produce papel a partir de los residuos, en vez de hacerlo utilizando pasta de madera, sólo se necesita la mitad de energía. España, Japón y México reciclan alrededor del 40 por ciento del papel que consumen; en los países europeos, la proporción es de cerca del 33 por ciento. Hay distintos métodos de reciclado, que pueden ser más o menos favorables o perjudiciales en términos ecológicos.
Para producir pasta de madera, se explotan extensas zonas de bosques templados, especialmente en América del Norte. Aunque ahora hay una intensa repoblación forestal en Europa y en todas partes, a menudo se sustituyen los bosques de autóctonos árboles de madera dura y hoja caduca por coníferas de crecimiento rápido que pueden acidificar el suelo y destruir el sustento de muchas especies animales.
Por todo el mundo se talan también selvas tropicales, especialmente en América del Sur y en Asia Sudoriental. Algunas de estas selvas se sustituyen por bosques de eucaliptos que absorben mucha agua del suelo y pueden crear problemas de erosión a largo plazo.
Recientemente se ha iniciado el cultivo de "superárboles", resistentes a la sequía y que crecen diez veces más de prisa que los demás árboles. Algunos, como la leucaena, se prestan a múltiples utilizaciones, incluso la fabricación de papel y muebles, además del suministro de combustible.
La producción de leña constituye la principal explotación de los árboles en muchas partes del mundo, a fin de obtener combustible para las comunidades locales. Existen varias maneras de obtenerlo, una de las cuales es fabricar carbón de madera. Durante la combustión parcial de la materia prima se desprende monóxido de carbono. Como ocurre precisamente con muchos otros contaminantes, las concentraciones más altas de monóxido de carbono se producen en el trabajo y ocasionan muchas enfermedades entre los trabajadores que intervienen en la quema de madera para fabricar carbón.
Energía. Como acabamos de ver, la madera puede ser una valiosa fuente de combustibles y, si se gestionan razonablemente los bosques, es una fuente renovable. Pero la mayoría de los recursos energéticos, como el carbón, el petróleo o el gas natural, provienen de la tierra y no son renovables. Los gobiernos de todo el mundo reconocen cada vez más este hecho.
El agua puede ser también una fuente de energía. La utilización de presas para la producción de energía hidroeléctrica exige grandes extensiones de tierra y puede perjudicar a las comunidades locales cuando hay que inundar amplias zonas. Actualmente se pone en entredicho la utilización de este tipo de producción de energía en gran escala, porque se ha comprobado que entraña muchas consecuencias ecológicas. Se han dedicado muchas actividades de investigación y desarrollo a encontrar fuentes alternativas de energía, especialmente el viento, el sol y el mar, que permitan producciones en pequeña escala que puedan abastecer redes energéticas nacionales o suministrar electricidad para el consumo local.
Debido a que la mayoría de los recursos energéticos no son renovables, la conservación de la energía es muy importante. En muchos países se registra la tendencia a gastar menos energía. Por ejemplo, gracias a las medidas de conservación aplicadas en los países occidentales, ahora se utiliza un 40 por ciento menos de energía que en los primeros años del decenio de 1970 para producir el equivalente de un mil dólares de los EE.UU. de producto nacional bruto. Además, Europa y Japón obtienen mayor rendimiento que 15 años antes por cada unidad de energía utilizada. Desgraciadamente, la política energética sigue la tendencia del precio del petróleo -cuando es alto, se consideran las alternativas, pero tan pronto cae el precio, suele reaparecer el consumo.
El consumo de energía en los países en desarrollo se evaluó en el pasado en el 30 por ciento de toda la energía que se consume en el mundo. El crecimiento del consumo en estos países es muy rápido, a una tasa del cuatro por ciento anual. Es posible que siga creciendo para satisfacer urgentes necesidades de desarrollo en esos países.
Las fábricas pueden considerar otros recursos energéticos, pero el transporte depende casi completamente de los combustibles fósiles; el 99,3 por ciento de los automóviles, aviones y trenes necesitan hidrocarburos. En las principales capitales es intensivo el uso del automóvil, porque demasiado a menudo los principales complejos industriales y comerciales se construyen fuera del acceso del transporte público, con lo que se refuerza la tendencia a disponer de un vehículo particular. Un estudio de 32 capitales en todo el mundo demuestra que las que cuentan con un buen sistema de transporte público consumen un séptimo de la energía que consumen aquellas en que el automóvil privado es el principal medio de transporte de la gente.
La explotación minera y la agricultura son las utilizaciones más obvias de la tierra. La minería puede ser del carbón, de minerales valiosos, de fosfatos para fertilizantes, etc. Si no se gestionan adecuadamente las propias minas y canteras y el transporte hacia y desde ellas la tierra puede volverse improductiva y afearse el paisaje. La gente del lugar puede quedarse sin uno de sus mejores y más valiosos activos a largo plazo, y la fauna y la flora pueden verse perturbadas seriamente.
La agricultura, en comparación con las otras utilizaciones de la tierra, ocupa la mayor parte de la superficie del mundo. Las prácticas agrícolas han cambiado mucho durante las últimas décadas. En todo el mundo, para incrementar la producción agrícola se utilizan cada día más métodos de consumo intensivo de energía y más recursos.
La producción intensiva en menos pero más extensas explotaciones puede requerir una mayor utilización de fertilizantes. También puede incrementarse el uso de plaguicidas y de los combustibles fósiles para accionar los equipos, máquinas y vehículos de transporte. A menudo, los plaguicidas utilizados pueden ser sustancias químicas complejas que perduran en el medio ambiente y pueden perjudicar a animales y personas si se emplean en determinadas cantidades. Los fertilizantes y los plaguicidas pueden filtrarse en el suelo y en las fuentes de agua y causar daños más allá de las fincas en que se utilizan.
La agricultura en gran escala se basa también en cosechas más uniformes y menos variadas. En los países en desarrollo, muchas semillas utilizadas para los nuevos cultivos son de origen extranjero.
Existe una creciente preocupación por el impacto ambiental de estos nuevos métodos intensivos y del abandono de la diversificación de los cultivos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) reconoce la necesidad de lograr una agricultura más sostenible, en que los m étodos agrícolas puedan bastar por sí mismos, gracias a prácticas atinadas, para no depender de insumos importados.
Nuevos productos
Ahora, además de los recursos naturales, existen miles de nuevos insumos manufacturados. Hay millares de productos químicos y sustancias artificiales que están entrando en el mercado. Estamos incluso produciendo nuevos gérmenes vitales que pueden utilizarse en la agricultura, la minería, la medicina, etc. No sabemos los efectos que pueden causar estas nuevas sustancias sobre la gente, el trabajo o el medio ambiente. Pero algo de lo que usted haya leído acerca de los clorofluorocarbonos, los desechos nucleares y los plaguicidas manufacturados ya dan la alerta acerca de los peligros que estas nuevas sustancias pueden provocar para la salud y el medio ambiente y que sólo se conocerán a ciencia cierta en el futuro.
Puntos para discusión
|
EMPLEO Y PROTECCION DEL MEDIO AMBIENTE
A veces se afirma que la protección ambiental puede significar la pérdida de puestos de trabajo. Sin embargo, las pruebas son muy claras: estudios llevados a cabo por la OCDE muestran que en muchos países industrializados no se perdió ningún puesto de trabajo en empresas que habían tomado medidas para mejorar la protección ambiental. Gracias a una encuesta de 12 años de duración pudo descubrirse que las supresiones de puestos de trabajo por tales motivos sólo se produjeron en empresas mal gestionadas o que eran muy anticuadas.
La mejora de la protección ambiental permitirá crear muchos puestos de trabajo. La adopción de procesos más "limpios" no sólo puede sanear el centro de trabajo, sino también crear más plazas de trabajo. En 1990, ECOTEC, una firma consultora europea, estimó en 1.250.000 las personas empleadas en la Comunidad Europea en actividades relativas a la protección del medio ambiente, de las cuales el 40 por ciento correspondía a Alemania. En América, hay más personas empleados en la industria de reciclado que en la minería.
Richard Kazis y Richard Grossman, en su libro Fear at Work, Job Blackmail, Labour and the Evironment, tras examinar las estadísticas sobre protección del medio ambiente y empleo, escriben lo siguiente:
"La protección ambiental crea puestos de trabajo. También los salva. La pesca, la silvicultura, el turismo, la agricultura y las pujantes industrias para el aprovechamiento del ocio y el recreo al aire libre son fuentes importantes de puestos de trabajo cuya evolución y crecimiento depende de que se pueda contar con agua limpia, aire limpio y tierra virgen."
Los conservadores siempre han argumentado que los cambios amenazan el statu quo y que debemos mantener las cosas como están. La amenaza de eliminar puestos de trabajo se plantea a menudo cuando intentamos mejorar la remuneración y las condiciones laborales, las vacaciones y la salud y seguridad, pero - como hemos visto - los cambios ocurrirá n tanto si queremos como si no. Tenemos que negociar y planificar la manera en que se producirá el cambio, organizándonos con los copartícipes de la industria y el gobierno, de forma que se beneficien todos los interesados.
Puntos para discusión Nuestra responsabilidad como sindicalistas es determinar las áreas de actividad industrial que perjudican el medio ambiente. Debemos organizar y planificar los cambios necesarios en las inversiones y la formación.
|
SALUD, SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Los sindicatos están actuando con más empeño en lo que respecta a cuestiones de amplio interés para los trabajadores, entre ellas la salud y la seguridad, pues se dan cuenta de que no basta con negociar en materia de salarios, ya que de esa manera no se protegen los demás derechos de sus afiliados.
Los trabajadores están inmersos en su medio ambiente de trabajo día tras día. Con frecuencia, es ahí que se producen los efectos ambientales más dramáticos. Cuando ponen en peligro a los trabajadores, los sindicatos saben que tendrán que ocuparse de problemas relativos a su salud y seguridad.
Más allá de los efectos inmediatos del medio ambiente sobre los trabajadores, como son el ruido y las sustancias químicas, hay muchos otros aspectos del medio ambiente de trabajo que repercuten en su vida. Algunos ejemplos son el estrés y, frecuentemente, el "síndrome de los edificios malsanos". Algunos países han reconocido la indisociabilidad de estos tres elementos: salud, seguridad y medio ambiente, por la cual no sólo promulgan leyes relativas a la salud y la seguridad sino también leyes sobre el medio ambiente de trabajo. Es importante que todos vinculemos la salud y la seguridad en el trabajo con el medio ambiente.
Hemos empezado a aprender algunas lecciones de las medidas adoptadas para proteger la salud y la seguridad: también se aplican en lo que atañe al medio ambiente.
Determinación de riesgos y problemas
A fin de hacer frente eficazmente a los problemas, los sindicatos han hecho presión para obtener el derecho a inspeccionar los lugares de trabajo, a adiestrar a sus miembros con tal fin, y a buscar información sobre los posibles riesgos que afecten a los trabajadores. Estos criterios también son válidos respecto del medio ambiente de trabajo.
Encuestas en el centro de trabajo con ayuda de listas de control. Una de las maneras de enfocar los asuntos relativos a la salud y la seguridad es proceder a una encuesta sistemática en el trabajo, recurriendo para ello a una lista de control con todas las preguntas que ayuden a determinar qué riesgos existen. Recién después de haber determinado dónde y en qué circunstancias pueden planearse esos riesgos, podemos actuar para proteger a los trabajadores. En el nuevo programa de reivindicaciones tendremos que incluir la prevención de riesgos ambientales, para lo cual habrá que completar una lista relativa a la salud y la seguridad.
Evaluaciones (Auditorías). Las evaluaciones sirven para ahondar el examen del centro de trabajo. Se usan para analizar los problemas y la eficiencia de los métodos utilizados para tratarlos. Una evaluación ambiental es mucho más detenida que la que se hace mediante una lista de control, ya que se extiende al examen de la organización y los métodos empleados en el interior y el exterior del centro de trabajo para prevenir y reducir los riesgos ambientales.
Todos los asuntos relativos al medio ambiente merecen que nos dediquemos a informar, educar y hacer participar a nuestros afiliados en su solución, lo que nos ayudará a crear y afianzar la organización necesaria para velar por el cumplimiento de los acuerdos que concluyamos con nuestros interlocutores sociales para proteger el medio ambiente. Nuestros miembros necesitan información correcta sobre los riesgos que se plantean dentro y fuera del centro de trabajo. Las encuestas basadas en una lista de control y las evaluaciones pueden ser indispensables con ese fin. Esta cuestión se estudia más a fondo en la cartilla 5: Nuevos temas de negociación.
Consentimiento fundamentado previo (PIC). Cuando se habla de "consentimiento fundamentado previo" se evoca a la vez un sistema de intercambio de información y un código de conducta relativo a las medidas adoptadas por los gobiernos para prohibir o restringir el uso de sustancias químicas peligrosas. Por ejemplo, si por lo menos en cinco países se prohíbe o restringe severamente la utilización de una sustancia química, el principio en que se basa el consentimiento fundamentado previo implica que no podrá exportarse a ningún otro país a menos que se le advierta del peligro. Entre los productos químicos peligrosos abarcado se encuentran los plaguicidas. Normalmente, ese principio se aplica voluntariamente, pero su influencia es cada vez mayor. En 1992, 110 países habían designado la autoridad nacional competente para ocuparse del asunto. El PNUMA y la FAO comparten responsabilidades en la aplicación del procedimiento.
El código y el Procedimiento del consentimiento fundamentado previo se elaboraron para complementar las Directrices de Londres para el intercambio de información acerca de productos químicos objeto de comercio internacional. Las Directrices de Londres, aprobadas por el PNUMA en 1987, se establecieron para fomentar la seguridad química a través del intercambio internacional de información.
Los sindicatos, por medio de sus secretarías internacionales como la Federación Internacional de Trabajadores de Plantaciones, Agrícolas y Similares (FITPAS), han elaborado sus propias listas de pesticidas o plaguicidas peligrosos. La FITPAS ha publicado una lista de 12, la llamada "Docena sucia". Se está intentando que se prohíba la utilizació n de estos plaguicidas debido a sus efectos peligrosos sobre los trabajadores que los utilizan y sobre el medio ambiente. En la cartilla Glosario y otras informaciones útiles figura una lista de plaguicidas e información sobre otras listas, como la establecida por el Programa Internacional de Seguridad de las Substancias Químicas (IPCS). El IPCS es un programa conjunto del PNUMA, la OIT y la Organización Mundial de la Salud, en virtud del cual se han elaborado listas que clasifican los plaguicidas en "muy peligrosos", "moderadamente peligrosos" y "poco peligrosos", y se han fijado pautas de clasificación.
Puntos para discusión
|
Control del riesgo en su punto de origen
Todos reconocen que controlar el riesgo tan cerca del punto de origen como sea posible es la mejor forma y más eficaz de solucionar los problemas de la salud y la seguridad. Esta afirmación se refiere igualmente a las medidas de protección ambiental y quiere decir que los trabajadores y los sindicatos a menudo suelen estar en condiciones óptimas para hacer propuestas sobre el mejoramiento del medio ambiente.
Contaminantes. La gente que trabaja con contaminantes es a menudo la primera en sentir sus efectos perjudiciales. Sin embargo, estos efectos pueden sentirse lejos del punto de origen por gran número de personas.
En el decenio de 1970 se encontraron bifenilos clorados en el pescado, muy lejos de su lugar de origen. La preocupación fue muy grande cuando se cayó en la cuenta de que los bifenilos clorados no son biodegradables, lo que significa que no se descomponen. Permanecen en la cadena alimentaria y crecen hasta alcanzar niveles peligrosos. Esta sustancia también causó la muerte de muchos pájaros; además, 1.500 japoneses sufrieron graves perturbaciones nerviosas y de las funciones de reproducción después de comer pescado y productos derivados, contaminados con bifenilos clorados.
Los científicos se plantearon muchas cuestiones acerca de sus efectos sobre la sociedad. En 1977, se interrumpió la producción de bifenilos clorados en los Estados Unidos. Sin embargo, debe recordarse que 40 años antes ya se sabía que los trabajadores que manipulaban esas sustancias sufrían lesiones cutáneas, enfermedades del hígado e impotencia. En 1943, la División de Salud Industrial del estado de Nueva York había declarado: "Los bifenilos clorados son compuestos muy tóxicos". Tenemos que organizarnos en sindicatos e identificarnos con su lucha en todo el mundo en pro de que se adopten con mucha más rapidez las medidas preventivas de esa índole, así como para realizar las investigaciones necesarias.
Fronteras. No hay ninguna frontera clara entre el medio ambiente de trabajo y el medio ambiente comunitario. No hay muros en el aire ni barreras en el agua que protejan una zona de otra. No hay ningún punto determinado donde una se acabe y otra empiece. Existen una interacción y un movimiento continuo entre el medio ambiente del centro de trabajo y el medio ambiente general. Por ejemplo, la fuga de gas registrada en Bhopal, en la fábrica de Unión Carbide en la India, el envenenamiento por mercurio en Minnemata, en el Japón, el desastre de Chernobil en la antigua URSS, y otros accidentes industriales, ilustran de manera patente el vínculo existente entre los riesgos que se suscitan en el medio ambiente laboral y sus efectos fuera de los centros de trabajo. La contaminación tampoco tropieza con fronteras nacionales. La contaminación de los ríos y del aire debida a descargas y emisiones puede trasmitirse a los países vecinos por las vías fluviales compartidas por dos o más países o ser llevada de unos a otros por el viento.
No hay razón para separar los conocimientos teóricos y prácticos y la experiencia adquiridos al ocuparse de la seguridad y la salud en el medio ambiente de trabajo de los correspondientes al medio ambiente en general. Si bien los sindicatos imparten educación a los representantes sindicales para desarrollar sus conocimientos y pericia en materia de seguridad y salud en el trabajo, también debieran hacerlo cuando se trata de aspectos mucho más amplios de la protección del medio ambiente.
Puntos para discusión
|
"El que contamina paga" - Los sindicatos aceptan el principio de que "el que contamina paga". El productor, y no el consumidor, debe pagar por las consecuencias de la contaminación sobre el medio ambiente. A veces este principio se interpreta como un nuevo desafío para los sindicatos. Debemos recordar que los sindicalistas son asimismo consumidores. Nosotros también creemos que el costo que recaiga sobre el productor no deben pagarlo los trabajadores a costa de su salud.
Los sindicatos reconocen que se hallan en buenas condiciones para negociar con los productores las diferentes maneras de hacer frente a las preocupaciones ambientales. Para ello, quizá sea preciso optar por formas alternativas de organización de la producción y examinar cómo se puede hacer beneficiar a los consumidores de los resultados.
Repetición de errores. Los sindicatos reconocen que además tenemos la responsabilidad de no perjudicar a los afiliados a otros sindicatos y de no dejar que ningún riesgo conocido llegue a amenazar a otras personas. Por tanto, tenemos que organizarnos para que no se repitan los mismo errores. Por ejemplo, en 1976 una fábrica de triclorofenol hizo explosión en Seveso (Italia) soltando una nube de dioxina mortal sobre la ciudad y poniendo en peligro la salud de 30.000 personas. Dicha fá brica se construyó después de la explosión de fábricas similares en los Estados Unidos, en 1949 (228 trabajadores accidentados), Alemania occidental, en 1953 (53 accidentados), Países Bajos, en 1963 (50 accidentados) y el Reino Unido, en 1968 (79 accidentados).
En 1984, en Bhopal (India) ocurrió una catástrofe en una fábrica de plaguicidas cuando ésta arrojó una nube de isocianato de metilo que mató a 2.500 personas en una noche y causó sufrimientos a otros cientos de miles. En una fábrica parecida, construida anteriormente en los Estados Unidos, se habían registrado más de sesenta escapes similares, más pequeños.
Se pueden encontrar más ejemplos en el mundo en desarrollo. Este problema pone de relieve la necesidad de solidaridad internacional entre los sindicatos de trabajadores, especialmente por lo que se refiere al flujo de información sobre la industria, las condiciones de trabajo y el medio ambiente. Además, los sindicatos también necesitan controlar el desplazamiento hacia otras regiones de instalaciones existentes en zonas sometidas a rigurosos controles de seguridad, salud y medio ambiente, cuando esto se hace con el fin de evitar las restricciones pertinentes. Las fábricas de amianto instaladas en muchas partes del mundo son ejemplos típicos de esa índole.
ENCUESTA SOBRE LA FORMACION EN EL CENTRO DE TRABAJO En el Convenio núm. 140, adoptado en 1974 por la Conferencia Internacional del Trabajo, se declara que todos los países Miembros deben fomentar, según métodos apropiados a las condiciones nacionales, la concesión de licencia pagada de estudio con fines de:
LISTA DE CONTROL Responda a las siguientes preguntas sobre las prácticas de formación en su centro de trabajo: I. ¿Qué clase de formación se imparte normalmente en su centro de trabajo?:
II. ¿Qué categorías de personal reciben formación en su centro de trabajo?
III. Alguien ha recibido formación sobre cuestiones ambientales? Si es así, ¿quién o quiénes? ¿Hay diferencias en las oportunidades de formación para los siguientes grupos de trabajadores en su centro de trabajo?
|
Negociación y protección del derecho a la salud y la seguridad
Con el fin de determinar y eliminar los riesgos, los sindicatos y los trabajadores se han dado cuenta de la necesidad de organizarse y de proporcionar formación a los afiliados. Algunos derechos básicos en materia de salud y seguridad en el trabajo son aplicables también a la protección del medio ambiente:
Puntos para discusión Hable con dos o tres afiliados que hagan trabajos diferentes y averigüe:
|
Los sindicatos disponen de muchos medios para extender y reforzar sus derechos a la salud y la seguridad, entre otros los siguiente:
Estas son viejas técnicas que ahora deben aplicarse al nuevo temario relativo al medio ambiente.
NUEVOS TEMAS DE NEGOCIACION
Planteando las cuestiones ambientales podemos ampliar nuestro programa de negociaciones. Esto es particularmente apropiado en este momento, porque muchas empresas sostienen que han decidido aplicar una "política ecológica" (o, según se dice, "verde"). Muchos productores han declarado en los últimos años que el medio ambiente es una cuestió n muy importante. Hay que aprovechar esta coyuntura favorable.
Muchas empresas están examinando la adopción de políticas ambientales o ya lo han hecho. Muchas veces esta actitud responde más al deseo de mejorar la imagen que se tiene de la empresa o de la industria que al propósito de sanear el medio ambiente. También hay empresas que realmente han acometido la tarea de transformar los métodos y procesos de producción en aras del mejoramiento del medio ambiente. Nosotros, en los sindicatos, debemos desarrollar nuestra política para asegurarnos de que las compañías emprenden la acción necesaria con toda veracidad.
En los sindicatos hemos desarrollado muchas vías para determinar y tratar los problemas y cuestiones que afectan a nuestros afiliados.
Puntos para discusión A su juicio, ¿cuál es la primera tarea de su sindicato?
|
Todo esto se contempla con mayor detalle en la cartilla 5: Nuevos temas de negociación. Tal vez quiera echarle una ojeada antes de pasar a la cartilla 3: La comunidad y el medio ambiente.