Organización
Internacional del Trabajo
La Salud y la Seguridad en el Trabajo
EL CUERPO Y EL TRABAJO
La finalidad del módulo
En este módulo se facilita a los alumnos información fáctica acerca de cómo la exposición a los riesgos del lugar de trabajo puede influir en el organismo de un trabajador y por consiguiente en su salud. En él se analizan los temas siguientes: cómo pueden penetrar en el organismo los agentes peligrosos; sus efectos locales, sistémicos, agudos y crónicos; y la función del delegado de salud y seguridad tocante a crear un lugar de trabajo seguro y saludable.
Objetivos
Al final de este módulo, los alumnos podrán:
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Qué contiene este módulo
I. Introducción III. Los efectos de las sustancias tóxicas A. Los
efectos locales |
¿Cómo combate los peligros el organismo?
El cuerpo humano posee sistemas naturales de defensa que le ayudan a protegerse contra muchos riesgos (peligros). Estos sistemas de defensa también ayudan al cuerpo a curarse cuando se lesiona o cae enfermo. Ahora bien, hay riesgos - procedentes de bacterias, virus, productos químicos, polvos, vapores, ruidos, temperaturas extremadas, procedimientos de trabajo, etc. - a los que una persona puede estar expuesta (o que están en torno suyo) en el trabajo o en el entorno general, que pueden provocar una ruptura (debilitar) de los sistemas de defensa del cuerpo.
¿Qué tipos de riesgos existen en el lugar de trabajo?
Entre los riesgos que puede haber habitualmente en su lugar de trabajo están los siguientes:
Como los sistemas de defensa de un organismo no siempre pueden vencer en la lucha contra estos riesgos, es importante que conozca usted los riesgos que existen en su lugar de trabajo y qué controles es necesario aplicar para evitar verse expuesto a ellos. La conciencia de los riesgos le ayudará cuando colabore con su sindicato y su empleador a suprimir los riesgos.
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¿Cómo penetran los agentes peligrosos en el organismo?
Si contempla usted un diagrama del organismo humano verá que está expuesto al mundo exterior a través de distintas superficies: la piel, los pulmones, la nariz, la boca y los tractos digestivo, urinario y genital. Los agentes peligrosos (p. ej., los productos químicos y microorganismos, las bacterias y los virus) pueden penetrar en el organismo a través de cualquiera de esas superficies. Las vías de entrada más habituales son:
a) los pulmones (inhalación)
b) la piel (absorción)
c) la boca (ingestión)
En su organismo entran por inhalación (al ser respirados) más agentes peligrosos que por cualquier otra vía. |
Su sistema respiratorio filtra el aire que usted respira
El sistema respiratorio de su organismo dispone de mecanismos muy eficaces para filtrar los contaminantes normales que hay en el aire que usted respira. Los sistemas de filtrado de la nariz y la boca (por ejemplo, los pelos de la nariz, el mucus de la boca y los pulmones) impiden que grandes partículas ajenas al cuerpo (como el polvo común) penetren en sus pulmones, donde pueden ocasionar efectos perniciosos. Los pelos de la nariz impiden pasar a las grandes partículas de polvo. Es fácil comprobar la eficacia de este filtro natural sonándose la nariz después de haber trabajado en un sitio polvoriento o lleno de humo.
¿Pueden las partículas pasar por encima de estos mecanismos de filtrado?
Por lo general, el sistema respiratorio filtra las partículas de polvo grandes (comprendidas las fibras). Ahora bien, es difícil eliminar las partículas de polvo pequeñas, que pueden llegar a las partes más profundas de los pulmones y ocasionar graves problemas respiratorios locales. (Véase la sección III para una explicación de los efectos locales.)
Cuando los pulmones están expuestos a concentraciones elevadas de polvo, vapores tóxicos, humo de cigarrillos, etc. (cantidades elevadas de contaminante en la atmósfera), los mecanismos de filtrado pueden resultar sobrecargados y dañarse. Una vez que han sido dañados, es más probable que se desarrollen en los pulmones las distintas bacterias, virus, etc., ocasionando infecciones como neumonías. Por eso los trabajadores que desempeñan sus tareas en lugares llenos de polvo (los mineros de bauxita y carbón, los trabajadores de ingenios azucareros y del amianto, los trabajadores de las harineras, los carpinteros, etc.) son más susceptibles (tienen más posibilidades de contraer) a la tuberculosis, la bronquitis y otras enfermedades respiratorias, que los trabajadores que ocupan ocupaciones en las que no se produce polvo.
¿Se pueden inhalar también otras formas de productos químicos?
Otras formas de productos químicos también pueden penetrar en el organismo a través del sistema respiratorio. Los productos químicos adoptan múltiples formas: vapores, sólidos, líquidos, polvos, gases (véase el módulo Los productos químicos en el lugar de trabajo para una explicación de cada una de estas formas químicas) y casi todos ellos se pueden inhalar. Algunos productos químicos tienen efectos locales perniciosos en los pulmones, en tanto que otros serán absorbidos en la corriente sanguínea y pueden tener efectos dañinos en distintos órganos diana.
Los órganos diana son las partes del organismo a los que siempre afectan determinados productos químicos. Así, por ejemplo, el plomo ataca al sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal), pero se almacena en los huesos cuando se acumula (aumenta) con más exposiciones. Así pues, los órganos diana del plomo son el sistema nervioso central y los huesos. Otros órganos diana de los diferentes productos químicos son el corazón, los pulmones, los riñones y el hígado.
¿Cómo saber si se está expuesto a riesgos respiratorios en el trabajo?
Su cuerpo dispone de varios mecanismos que pueden emitir señales de alarma cuando existen riesgos:
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Estas respuestas físicas, o señales o advertencias, le dirán a veces si está presente un posible riesgo. En algunos, casos también le ayudarán a eliminar un agente peligroso de su sistema respiratorio. Ahora bien, en ocasiones esas señales no advierten acerca de riesgos, pues, por ejemplo, algunos productos químicos no tienen olor o no se puede olerlos. Otros productos químicos sólo se pueden oler cuando están concentrados muy por encima de los denominados "niveles de seguridad" y ya están produciendo daño a su salud, y hay algunos productos químicos que no se pueden oler al cabo de cierto tiempo de estar cerca de ellos, pues la nariz se habitúa a su olor. Así pues, el olfato no es siempre una señal de alarma fiable.
Los nuevos trabajadores y los visitantes son otra posible señal de los riesgos del lugar de trabajo. Están "expuestos de nuevas" y pueden decirle a usted si tienen problemas de salud únicamente cuando acuden al lugar de trabajo.
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La piel es también una vía principal de penetración de agentes peligrosos en el lugar de trabajo. Se pueden contraer enfermedades cuando los productos químicos y otros materiales utilizados en el trabajo entran en contacto con la piel. |
¿Protege la piel contra los peligros laborales?
La piel es un importante cubierta protectora del organismo, pero no siempre protege contra los peligros en el lugar de trabajo, porque los productos químicos pueden ser absorbidos (ingeridos) directamente en el organismo a través de una piel sana. Una vez que están dentro del cuerpo, los productos químicos pueden ser absorbidos en la corriente sanguínea y transportados a los órganos diana en los que pueden provocar efectos dañinos.
¿Qué tipos de riesgos del lugar de trabajo pueden producir enfermedades y lesiones laborales de la piel?
Hay muchos materiales o situaciones en el lugar de trabajo que pueden ocasionar enfermedades y lesiones de la piel profesionales.
El trabajo mecánico en el que hay que efectuar fricciones, presiones y otras formas de fuerza (p. ej., los trabajadores que utilizan remachadoras, astilladoras, barrenas y martillos neumáticos) puede provocar callos, ampollas, lesiones en los nervios, cortes, etc.
Los productos químicos son una fuente importante de enfermedades laborales de la piel. Cada año aparecen centenares de nuevos productos químicos en los lugares de trabajo, y algunos de ellos pueden ocasionar irritación de la piel y reacciones dérmicas alérgicas. Algunos productos químicos, como ácidos y álcalis fuertes, ocasionarán lesiones en la piel casi de inmediato. Otros como ácidos y álcalis diluidos, distintos disolventes y fluidos solubles para pulimento, tendrán efectos sólo después de haber estado expuesto al producto químico varios días.
Algunos productos químicos pueden dañar la piel, haciendo que enrojezca, salgan ampollas, o se produzcan escamas. Es decir, que provocan dermatitis.
Algunos de los muchos productos químicos que ocasionan dermatitis son los siguientes:
La dermatitis puede afectar a trabajadores expuestos a la sustancia. Normalmente los síntomas sólo aparecen cuando el producto químico entra en contacto con la piel y desaparecen cuando el trabajador deja de estar en contacto con el producto químico.
Lesión irritante (ampollas con quemazón ocasionadas por contacto con productos químicos tóxicos). |
Otra enfermedad profesional común de la piel es la dermatitis por contacto - un tipo de reacción alérgica, similar al asma o la fiebre de heno. Un trabajador puede ser alérgico a un determinado producto químico y, cuando ha quedado sensibilizado a él, cada vez que entra en contacto con él se produce dermatitis. La dermatitis por contacto no sucede sólo forzosamente en el lugar en que el producto entra en contacto con la piel, sino que a menudo se extiende a otras partes del organismo. La dermatitis por contacto nunca se produce con la primera exposición a un nuevo producto químico, pues le lleva tiempo desarrollarse. Ahora bien, una vez que se ha contraído, incluso una exposición a una pequeña cantidad del producto químico puede dar lugar a una grave reacción dérmica.
Algunos de los productos químicos que causan dermatitis por contacto son los siguientes:
- formaldehído;
- los compuestos de níquel;
- las rexinas de epoxy y los catalizadores utilizados en la fabricación de productos plásticos;
- los agentes germicidas que llevan el jabón y otros productos de limpieza, en particular el hexaclorofeno, el bitionol y las salicilanilidas halogenadas;
- los cromatos.
Las lesiones de la piel también son resultado habitual de riesgos físicos como los siguientes:
- el calor, por ejemplo, quemaduras que padecen a menudo obreros encargados de hornos eléctricos, soldadores de plomo, soldadores, trabajadores de oleoductos, trabajadores que reparan carreteras, techadores y trabajadores de fábricas de alquitrán que trabajan con alquitrán líquido;
- el frío, por ejemplo, la congelación, que a menudo padecen trabajadores al aire libre;
- la electricidad, por ejemplo, quemaduras por contacto con cortocircuitos o cables pelados;
- la luz del sol, los rayos ultravioletas, los rayos láser, los rayos X, etc.;
- las temperaturas elevadas y los niveles elevados de humedad, por ejemplo en un medio laboral tropical.
Riesgos biológicos, como bacterias, hongos, virus o parásitos, que pueden provocar infecciones de la piel. Los trabajadores que es probable que estén expuestos a riesgos biológicos con:
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Los agentes peligrosos también pueden penetrar en el organismo por ingestión |
¿Cómo se ingieren los agentes peligrosos?
La ingestión tiene lugar cuando se traga un agente peligroso. Algunos agentes ingeridos penetran en el sistema digestivo, donde pueden ser destruidos o neutralizados por los ácidos que hay en el estómago. Ahora bien, algunos pueden ser absorbidos muy rápidamente en el torrente sanguíneo a través de las paredes del estómago y el intestino delgado. Una vez que se encuentran en la sangre, pueden viajar hasta distintos órganos diana (como los riñones y el hígado) donde pueden producir efectos nocivos.
Los trabajadores pueden tragar agentes peligrosos por accidente si no se limpian las manos antes de comer, beber o fumar en el trabajo, o si conservan sus alimentos, bebidas y cigarrillos en una zona contaminada. Eliminar los agentes químicos y biológicos peligrosos es la mejor manera de evitar su ingestión. Otros métodos importantes de prevención son la higiene personal (limpieza) y velar por que los trabajadores tengan acceso a lavabos y zonas de conservación de alimentos y donde comer que estén separadas del lugar en que trabajan. También es importante que los trabajadores conozcan la importancia de la higiene personal y de guardar los alimentos y comerlos fuera de sus lugares de trabajo.
¿Puede eliminar el organismo los agentes peligrosos ingeridos?
Con vómitos y diarreas el organismo trata de eliminar determinadas sustancias tóxicas del sistema digestivo. Ahora bien, estos mecanismos de respuesta no pueden eliminar del organismo todos los agentes peligrosos ingeridos. Los vómitos y la diarrea pueden ser señal de que se han ingerido agentes químicos y biológicos y se deben investigar.
Puntos que hay
que |
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III. Los efectos de las sustancias tóxicas
Aunque quizá desconozca usted algunos de los términos médicos que vamos a emplear, es importante comprender la reacción que el organismo tiene ante los materiales tóxicos. Saber qué hay que detectar puede alertarle ante los signos y los síntomas que produce una enfermedad profesional determinada. Las sustancias tóxicas pueden provocar cuatro tipos de efectos en el organismo: locales, sistémicos, agudos y crónicos.
Algunas sustancias sólo tienen un efecto localizado en una parte del organismo, donde el agente peligroso entra en contacto con el cuerpo o penetra en él. Así, por ejemplo, el efecto local se puede producir en la piel, como una quemadura de ácido, o en el tracto digestivo cuando se ingiere un agente peligroso. Algunas sustancias como el amoníaco, el cloro, los humos de soldaduras y los humos de evacuación pueden irritar los pulmones cuando se inhalan.
Los efectos sistémicos son problemas ocasionados dentro del organismo cuando ha penetrado en él un agente peligroso. Pueden suceder en la sangre cuando se absorbe la sustancia en el torrente sanguíneo, y en los órganos si éstos almacenan el material tóxico (por ejemplo, los huesos y el cerebro), lo neutralizan (como el hígado) o bien lo eliminan del cuerpo (como el riñón y la vesícula).
Un efecto sistémico típico en la sangre es la anemia (carencia de glóbulos rojos en la sangre) que pueden causar distintos productos químicos, entre otros: el plomo, el berilio, el cadmio, los compuestos de mercurio y el benzeno. El benzeno puede dañar las células que forman la sangre, produciendo una leucemia.
El hígado puede resultar dañado por sustancias tóxicas porque su misión consiste en debilitar muchas de ellas una vez que han penetrado en el organismo. Algunos de los productos químicos que se sabe que dañan el hígado son: el benzeno, el DDT, el dioxano, el fenol y el tricloroetileno. Del cloruro de vinilo monómero, que se utiliza en la industria de los plásticos, se sabe que ocasiona una forma rara de cáncer hepático.
Los riñones y la vesícula también pueden verse afectados por muchas sustancias tóxicas porque son vías principales de expulsión fuera del organismo.
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Algunas sustancias
peligrosas que causan efectos locales y sistémicos |
La exposición a muchos riesgos laborales hace que el organismo produzca una respuesta patente inmediata, denominada efecto agudo. Los efectos agudos desaparecen a menudo tan pronto como cesa la exposición y con frecuencia son reversibles. Un ejemplo de efecto agudo es la náusea, el dolor de cabeza o el vómito que un trabajador puede sufrir tras haber utilizado un disolvente para limpiar piezas de un automóvil. Los efectos agudos se pueden localizar en una parte del cuerpo (por ejemplo, una reacción de la piel ante un producto químico), pero también pueden ser sistémicos (si, por ejemplo, ese producto químico es absorbido además en el torrente sanguíneo, se pueden producir efectos en los órganos diana).
Algunas sustancias peligrosas provocan efectos crónicos, que normalmente aparecen mucho tiempo después de que haya tenido lugar la exposición y que persisten durante mucho tiempo. Una enfermedad crónica normalmente sólo se produce al cabo de mucho tiempo a causa de su período de latencia (el período de tiempo que transcurre entre la exposición y las primeras señales de la enfermedad). Las enfermedades crónicas, como muchos cánceres laborales, pueden tardar de 20 a 30 años en desarrollarse.
Algunas enfermedades crónicas se contraen inmediatamente después de una breve exposición, mientras que otras sólo aparecen tras un contacto repetido con una sustancia o un procedimiento de trabajo.
Al igual que los efectos agudos, los crónicos se pueden localizar en una parte del organismo (por ejemplo, una enfermedad pulmonar crónica que se desarrolla a lo largo de los años), pero también pueden ser sistémicos.
Respecto de todas las enfermedades, es mejor prevenir que tratar la enfermedad una vez que se ha desarrollado, pero por lo que se refiere a enfermedades crónicas como el cáncer, la prevención es la única cura. En las enfermedades crónicas es difícil determinar la causa de ellas y aún más difícil obtener una indemnización; así pues, es importante documentar todas las exposiciones a que hayan estado sometidos los trabajadores y mantener registros minuciosos durante por lo menos 30 años.
¿Puede causar la exposición a algunos peligros efectos agudos y crónicos al mismo tiempo?
Aunque la exposición a algunos peligros únicamente causa una respuesta aguda o bien crónica, la exposición a otros (como el formaldehído y el ruido) puede provocar ambos tipos de efectos. La exposición breve al formaldehído puede causar dolor de cabeza o irritación ocular (efectos agudos) mientras que la exposición durante mucho tiempo puede ocasionar reacciones dérmicas alérgicas recurrentes o cáncer (efectos crónicos). La exposición breve a un ruido muy fuerte puede provocar zumbidos en los oídos, y la exposición prolongada puede causar una pérdida auditiva permanente. Los disolventes también pueden producir efectos agudos y crónicos en el sistema nervioso.
La exposición a una sustancia puede producir al mismo tiempo efectos locales, sistémicos, agudos y clínicos en la salud. Por ejemplo, si un trabajador bebe en demasía bebidas alcohólicas, puede padecer los siguientes efectos:
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IV. La función del delegado de salud y seguridad
Una delegada de salud y seguridad |
Su función consiste en actuar dinámicamente (es decir, intervenir antes de que surja un problema) para suprimir los problemas del lugar de trabajo en la medida de lo posible, cuidar de que los trabajadores estén protegidos e informarles acerca de los peligros laborales.
Eliminar los peligros del entorno laboral es siempre lo primero que hay que hacer para evitar las enfermedades.
Si no se pueden eliminar los peligros, es preciso controlarlos. Los trabajadores deben hacer presión sobre la dirección para que implante controles eficaces en el lugar de trabajo, como controles mecánicos (por ejemplo, un instrumento mecánico de manipulación para que los trabajadores no tengan que entrar en contacto con productos químicos); controles administrativos (como disminuir el número de horas que los trabajadores realizan determinadas tareas peligrosas); sustituir productos químicos o procedimientos de trabajo particularmente peligrosos por otros más seguros; y facilitar al personal equipo de protección, como guantes, aunque éste es el método de control menos conveniente (para más información, léase el módulo La lucha contra los riesgos).
Medidas que ayudan a alcanzar la meta de suprimir los peligros para el aparato respiratorio en el lugar de trabajo:
Colabore con su sindicato y el empleador para que se controle periódicamente la atmósfera del lugar de trabajo a fin de detectar posibles riesgos. El control del aire es una manera eficaz de determinar los niveles precisos de contaminantes que hay en él. (Lamentablemente, puede ser difícil obtener el equipo y el personal necesario para hacerlo.)
Entérese de las conclusiones del examen del aire y compárelas con las normas nacionales o internacionales aplicables a los materiales que se utilicen en su lugar de trabajo.
Colabore con su sindicato y el empleador para que se efectúen pruebas médicas periódicas a todos los trabajadores que puedan estar expuestos a productos químicos u otros procedimientos de trabajo peligrosos. Pida los resultados de esas pruebas.
Los sindicatos deben organizar prohibiciones que restrinjan gravemente o prohíban totalmente la utilización de sustancias particularmente peligrosas como el asbesto o amianto. Algunos sindicatos ya las han organizado y otros deberían hacer lo mismo. (Muchos de los Secretariados Profesionales Internacionales disponen de información sobre las sustancias peligrosas.)
Colabore con su sindicato y el empleador para implantar controles que impidan que los trabajadores se vean expuestos a peligros para el aparato respiratorio.
Controle las etiquetas de los recipientes de productos químicos y solicite ver las fichas técnicas de riesgo (a veces denominadas fichas toxicológicas de sustancias químicas, MSDS) de todos los materiales peligrosos utilizados en el lugar de trabajo para enterarse de lo que se dice en ellas y qué protecciones se recomiendan. Si no puede obtener las fichas de su empleador, usted o su sindicato pueden solicitarlas directamente al fabricante de los productos químicos.
Compruebe si en las superficies de trabajo o en la piel, el pelo y el vestido hay polvo o humedad. Si se ve polvo o humedad sobre las cosas, es probable que haya inhalado usted parte del producto químico cuando se encontraba en la atmósfera.
Cuide de que se controlen periódicamente los sistemas de ventilación para comprobar si funcionan.
Elabore y distribuya un cuestionario a sus colegas de trabajo acerca de sus preocupaciones en materia de salud y seguridad. Recoger información, por ejemplo, sobre síntomas inmediatos, como una sensación de quemazón en la piel, la nariz o la garganta, mareos, dolores de cabeza, toses, bronquitis, resfríos o gripe que no se van o que aparecen una y otra vez, puede ayudar a identificar zonas del lugar de trabajo en que haya problemas. Una vez que tenga la información, colabore con su sindicato y el empleador para tratar a los trabajadores con problemas de salud y limpiar de inmediato las zonas que sean más peligrosas.
Preste atención a los nuevos trabajadores y a los visitantes. Son personas "recién expuestas" al lugar de trabajo y pueden decir si tienen problemas de salud sólo cuando acuden a él. De esa manera, pueden ayudarle a identificar zonas en las que haya problemas.
A continuación se exponen algunas medidas que le ayudarán a alcanzar el objetivo de evitar la absorción e ingestión de sustancias peligrosas:
Lo primero que hay que hacer en materia de protección es eliminar el peligro completamente.
Los trabajadores deben ejercer presión sobre la dirección para implantar controles del lugar de trabajo a fin de evitar que los trabajadores estén expuestos a peligros químicos, físicos y biológicos.
La higiene personal (limpieza) es un factor importante de prevención de las enfermedades dérmicas y de la ingestión de agentes químicos y biológicos peligrosos. Así pues, procure que los trabajadores no coman, beban ni fumen en el lugar mismo en que trabajan.
Los trabajadores deben disponer de lavabos. Colabore con el sindicato y el empleador para facilitar a los trabajadores lugares en los que lavarse y mudarse de ropa. Los trabajadores deben ser informados además de la importancia de mantener limpia la ropa de trabajo, la piel y las máquinas en las que trabajan.
Los trabajadores deben disponer de zonas limpias en las que conservar la comida, para que no lo hagan en el lugar mismo en que trabajan.
Colabore con su sindicato y el empleador para facilitar a los trabajadores un local o lugar limpio en el que puedan comer fuera del lugar en que trabajan.
Si se facilita a los trabajadores equipo de protección personal (por ejemplo, guantes), el equipo debe adecuarse a los peligros que presenten sus trabajos. Así, por ejemplo, algunos tipos de guantes sólo protegen frente a algunos productos químicos. Además, hay que informar a los trabajadores de la importancia de utilizar el equipo de protección.
Pregunte a los trabajadores si han tenido vómitos o diarrea y, en caso afirmativo, trate de determinar si la causa ha sido la ingestión de agentes químicos o biológicos. Colabore con el sindicato y el empleador para que se preste atención médica a esos trabajadores.
Es importante entender que en la mayoría de los lugares de trabajo hay muy distintos peligros que pueden influir en la salud y la seguridad de usted y de sus colegas de trabajo. Es asimismo importante saber qué agentes y procedimientos de trabajo peligrosos se emplean en su lugar de trabajo. Los agentes peligrosos pueden penetrar en el organismo por distintas vías y pueden tener efectos locales, sistémicos, agudos y crónicos en la salud. Tanto usted como su sindicato deben adoptar distintas medidas para eliminar y controlar los peligros a fin de que el lugar de trabajo sea seguro y sano. |
Ejercicio: Los peligros y la salud
Nota para el instructor Para este ejercicio, deberá obtener copias bastante de las ilustraciones para que cada alumno o grupo de alumnos pueda leerlas. Si el número de alumnos es pequeño, puede sostener las ilustraciones ante los alumnos y mostrárselas a todos a la vez. También le harán falta un papelógrafo (o algunas hojas grandes de papel pegadas a la pared) y rotuladores o una pizarra y tizas. Utilice este ejercicio para que los alumnos identifiquen problemas y propongan soluciones sobre las cuestiones analizadas en este módulo. Estas ilustraciones y los debates que usted estimule reforzarán lo que ya ha enseñado en este módulo. Instrucciones Muestre cada ilustración a todos los alumnos y haga las preguntas que figuran en el texto o las que a usted se le ocurran. Cuando haga preguntas, espere varios segundos a que los alumnos respondan. Si ninguno responde, puede usted dar la respuesta que figura en el texto. Escriba las respuestas de los alumnos en el papelógrafo o la pizarra. Trace una línea vertical en el centro y a un lado "problemas" y al otro "soluciones". Escriba la respuesta de los alumnos en las columnas que corresponda. |
1. La ilustración tachada con una X muestra a un obrero que trabaja en torno a recipientes abiertos de productos químicos líquidos. Tiene las manos en el líquido y no lleva guantes. Hay líquido derramado en el suelo junto a él y lleva sandalias abiertas. Está claro que el lugar de trabajo es muy caluroso. |
Pregunta: | ¿Qué es lo que no va en esta ilustración? ¿Pueden los productos químicos con los que trabaja este obrero influir en su salud? ¿Cómo pueden penetrar en su organismo? | Respuesta |
:Pregunta: | ¿Cuál es la vía más común de penetración en el organismo? | Respuesta |
:Pregunta: | Si inhala los productos químicos, ¿qué efectos se pueden producir? | Respuesta |
:Pregunta: | ¿Cuáles son algunos de los posibles órganos diana? | Respuesta |
:Pregunta: | Si el producto químico llega a los órganos diana y causa problemas (por ejemplo, anemia), ¿cómo se llama este efecto? | Respuesta |
:Pregunta: | ¿La exposición a sustancias peligrosas puede dar lugar a efectos de otros tipos? | Respuesta |
2. La ilustración muestra a una trabajadora que estornuda. En el lugar de trabajo hay polvo fino. |
Pregunta: | Si ve que su colega de trabajo estornuda muy a menudo, ¿qué puede sospechar usted? ¿Qué medidas podría tomar usted según lo que hemos dicho antes? ¿Qué medidas podría tomar usted? | Respuesta |
3. La ilustración muestra a un trabajador cuyas manos muestran signos de dermatitis: tiene la piel roja, con ampollas y se rasca continuamente. |
Pregunta:: | Ve usted que su colega tiene las manos como en la ilustración y supone que padece dermatitis provocada por los productos químicos con los que trabaja. Le pregunta si le pasa algo y le contesta que no. ¿Qué puede hacer usted? |
Respuesta |
4. La ilustración muestra a un obrero que trabaja con animales y productos químicos. Lleva un equipo de protección personal. |
Pregunta:: | Este obrero trabaja con animales y plaguicidas. ¿A qué tipos de riesgos se enfrenta? |
Respuesta |
5. La ilustración muestra a un trabajador que padece graves dolores de estómago. |
Pregunta:: | Su colega tiene calambres agudos en el estómago y siente náuseas. Usted vio cómo almorzaba en el mismo lugar en que trabaja y sabe que en él hay disolventes. ¿Qué causas se le ocurre que pueden tener los calambres? |
Respuesta |
6. La ilustración muestra una quemadura de ácido en un brazo. |
Pregunta: | ¿Qué tipo de efecto es una quemadura de ácido? |
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7. 7. (Sin ilustración)
Pregunta: | ¿Por qué motivo algunas sustancias peligrosas sólo ocasionan problemas de salud mucho tiempo después de haber estado expuesto a ellas? |
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